Cuba "actualiza" el socialismo con impuestos, créditos y el fin de cartilla
Hora: 09:05 Fuente : Admin EFE
Javier Otazu
La Habana, 17 sep (EFECOM).- Cuba se dispone a entrar en un nuevo modelo
económico, llamado "actualización del socialismo", que generalizará
conceptos como los impuestos y los microcréditos, abrirá la contratación
entre particulares y pondrá fin a la cartilla de racionamiento.
Si bien la medida de mayor impacto ha sido el anuncio de la supresión en
seis meses de 500.000 puestos de trabajo en los organismos del Estado,
lo cierto es que se abre la puerta al mismo tiempo a un modelo en que el
Estado da paso abiertamente a la iniciativa privada, calificada de
"cuentapropismo" para sortear terminología capitalista.
Según destacan especialistas consultados por Efe, algunas de las
novedades más radicales será que aquellos que emprendan un nuevo negocio
-pueden elegirlo en una lista de 124 oficios- pagarán impuestos, podrán
contratar a trabajadores siempre que paguen a la seguridad social un 25%
de su salario y podrán convertirse en proveedores incluso de organismos
estatales.
El documento que los dirigentes del Partido Comunista Cubano (único en
la isla) ha hecho circular señala que los "cuentapropistas", todos en el
sector servicios, tendrán gravadas sus ganancias entre el 40% de los
restaurantes, el 25% de los artistas y el 20% de quien arriende una
vivienda o espacio.
Este documento pronostica que 250.000 personas podrían pasar a practicar
algún tipo de negocio en el año próximo, aunque muchos de los oficios
requieren unas destrezas perdidas en una Cuba sobrada de abogados e
ingenieros y falta de técnicos y trabajadores manuales.
Muchos se preguntan hasta qué punto los negocios querrán formalizarse si
eso les supone pagar entre un 30% y un 40% de impuestos, mientras que
otra preocupación fundamental es el acceso, actualmente muy complicado,
a los suministros de materias primas, piezas o máquinas de todo tipo
necesarias en cualquier oficio.
También los profesores podrán ejercer como "repasadores", es decir, en
clases particulares, mientras que se estudia abrir la posibilidad de
consultorios médicos privados para los doctores jubilados.
La financiación para arrancar un negocio tampoco ha sido definida,
aunque el Estado piensa acudir a las líneas de microcréditos de los
gobiernos español o noruego, de la Comisión Europea o de la misma ONU,
dijeron a Efe fuentes conocedoras de este proceso.
Si en el programa actual de cooperación entre España y Cuba el gobierno
cubano desechó un ofrecimiento español de 4 millones de euros para
microcréditos por las dificultades de reembolso, todo hace pensar que en
el próximo programa bilateral se aceptará una cifra aún mayor.
En la reciente visita de una delegación del Partido Socialista Obrero
Español, encabezada por su secretaria de organización, Leire Pajín, las
autoridades cubanas expresaron un vivo interés por activar los
microcréditos, según explicó Pajín.
Paralelamente se contempla el refuerzo del sector cooperativista, al que
se pretende se reconviertan la mayoría de organismos estatales
agropecuarios y de la industria ligera.
Cooperativistas de la Corporación española Mondragón y técnicos enviados
por la Agencia Española de Cooperación Internacional han hecho ya varios
viajes para asesorar a estas empresas del sector agrícola en su próxima
reconversión.
Por último, otra medida que puede tener gran impacto es la paulatina
desaparición de la cartilla de racionamiento, que según supo Efe, en su
nueva edición de 2011 ya no proveerá productos como café, huevos, pastas
alimenticias y artículos de higiene personal.
Esa cartilla, que durante 48 años ha distribuido un grupo de víveres y
productos agropecuarios a precios subvencionados a todos los habitantes
de la isla, podría desaparecer en 2012 o quedar limitada solo a la
población más vulnerable.
Quienes han diseñado la reconversión del modelo económico sostienen que
los pequeños negocios más las cooperativas van a inyectar liquidez al
mercado y provocar una bajada de los precios gracias a la competencia,
lo que servirá para amortiguar el previsible descontento que se instale
entre los cesantes.
En las calles de La Habana no se habla de otra cosa que no sean los
despidos, los ajustes de empleo y el "cuentapropismo". Nadie dice que es
una revolución porque aquí esa palabra es casi sagrada.
EFECOM
http://www.invertia.com/noticias/noticia.asp?subclasid=&clasid=&idNoticia=2401962
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