El régimen recortará en 2011, como primer paso, más de 500.000 puestos
de trabajo del sector estatal, un 12 % del total
MAURICIO VICENT - La Habana - 13/09/2010
La cuenta atrás ha comenzado. El Gobierno de Raúl Castro ha anunciado
oficialmente que sus planes para "ajustar" el modelo económico y hacerlo
sostenible pasan por una reestructuración radical e inmediata del
empleo, que implicará, como primer paso, la reducción en 2011 de más de
500.000 puestos de trabajo en el sector estatal, un 12 % del total. El
régimen, a cambio, abrirá las puertas al pequeño empleo privado y
cooperativo y autorizará el trabajo asalariado para que puedan salir
adelante los que vayan al paro, pues el Estado no los subvencionará.
Según diversas fuentes, esta previsto que cientos de miles de cubanos
pasen al sector privado en los próximos años. Toda una revolución en la
isla.
"Se trata de una reforma de calado y, de aplicarse como se ha anunciado,
sin duda cambiará el país", afirma un economista cubano. Pone los
siguientes datos encima de la mesa: en la isla, con 11 millones de
habitantes, hay 4.950.000 personas ocupadas. De ellas, unas 4.100.000
trabajan para el Estado, mientras que 600.000 laboran en el sector
privado (de estas, 141.000 tiene licencia para ejercer el trabajo por
cuenta propia) y 250.000 son cooperativistas. El propio Raúl Castro ha
admitido que las plantillas están infladas en más de 1.300.000 personas;
es decir, uno de cada cuatro empleados del Estado sobra en su puesto.
"Está previsto que en un plazo de tres años todos estén fuera de sus
centros laborales y, obviamente, muchos pasarán al sector privado",
explica un funcionario al tanto de los planes gubernamentales. Diversas
fuentes han confirmado a EL PAIS que en octubre se promulgará una nueva
legislación que ampliará sustancialmente el trabajo por cuenta propia,
el arrendamiento de casas y permitirá la creación de cooperativas en
diversos sectores, fundamentalmente el de los servicios. También se
permitirá la contratación de mano de obra asalariada, lo que podría
abrir las puertas a la creación de pequeñas pymes, aunque todavía es
pronto para saber el verdadero alcance de la reforma.
Sea audaz o pacata, la ampliación de la iniciativa privada es un hecho y
lo es porque manda la realidad: la situación económica es sumamente
grave. "Nuestro Estado no puede ni debe continuar manteniendo empresas,
entidades productivas, de servicios y presupuestadas con plantillas
infladas y pérdidas que lastran la economía", asegura el comunicado de
la Central de Trabajadores de Cuba (la CTC, el sindicato único) en el
que se informa de la drástica reducción de plantillas.
Los primeros 500.000, en 2011
Todos los centros estatales deberán presentar un plan de ajuste antes de
abril, y esta previsto que al cierre de 2011 estén fuera los primeros
500.000 trabajadores "sobrantes". La CTC indica que "ya no será posible
aplicar la fórmula de proteger o subsidiar salarialmente de forma
indefinida a los trabajadores". Se trata de un punto clave. Nadie lo ha
confirmado oficialmente, pero al parecer el proyecto es hacer a los
cesantes una oferta de empleo en sectores estatales disponibles - como
la agricultura y la construcción, fundamentalmente -, y sino es de su
conveniencia, entonces el Estado se limitará a pagar un mes de sueldo
por cada diez años trabajados.
El 'ajuste' es de una dureza extrema. Y más cuando durante medio siglo
el país se rigió por el paternalismo más antieconómico. Ahora, el
Gobierno se prepara para enfrentar el descontento social que seguro
generarán los recortes, pero no hay marcha atrás. "Es necesario elevar
la producción y la calidad de los servicios, reducir los abultados
gastos sociales y eliminar gratuidades indebidas y subsidios excesivos",
constata la CTC. Empezó la cuenta atrás. Viene el realismo duro, con
reconversiones de caballo y cientos de miles de parados, pero también
con oportunidades en el sector privado. Hoy se admite abiertamente que
la decisión de nacionalizar todos los pequeños negocios privados, en
1968, fue un grave error.
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