martes 8 de marzo de 2011 16:23 GYT
Por Marc Frank
CAMAGüEY, Cuba (Reuters) - El programa para recortar 500.000 empleos
públicos en Cuba apenas ha empezado en las provincias, mientras los
funcionarios se apresuran en ofrecer alternativas de trabajo y enfrentan
la inevitable preocupación y molestias que causan los despidos.
La confusión acerca de cómo implementar los recortes, la falta de
puestos de trabajo alternativos y la resistencia de los trabajadores
llevaron al presidente Raúl Castro a retrasar el plan, que inicialmente
estaba previsto para fines de marzo.
Los despidos, destinados a reducir los gastos de un Estado agobiado por
las deudas y a incrementar la productividad, son una parte clave de las
reformas económicas emprendidas por Castro para mantener la
supervivencia del socialismo en Cuba.
Unos 3.000 puestos de trabajo se han reducido desde octubre en la
oriental provincia de Granma, una cifra similar en la vecina provincia
de Santiago de Cuba y 1.000 en la central provincia de Camagüey, dijeron
la semana pasada a Reuters funcionarios locales.
Pero eso es sólo el 10 por ciento de los 70.000 puestos de trabajo que
estaba previsto recortar en esas tres provincias en marzo. La
experiencia ya ha probado ser dolorosa en una sociedad donde el trabajo
ha sido garantizado por décadas.
"Nunca sabemos ahora si mañana amaneceremos con trabajo o vamos a estar
disponibles. Antes nunca teníamos esta preocupación", dijo una mujer de
mediana edad en Santiago de Cuba que requirió el anonimato.
Hasta el pasado 31 de enero unas 113.000 personas han solicitado
licencias para trabajar en el pequeño sector privado, incluyendo 15.000
en las tres provincias, en virtud de las nuevas regulaciones para la
expansión del pequeño sector privado.
El incremento de los permisos de trabajo por cuenta propia fue
originalmente diseñado para absorber a los trabajadores que queden
desempleados.
En la ciudad de Camagüey, las principales calles ya están llenas de
vendedores privados que ofrecen de todo, desde aperitivos hasta
servicios para reparar teléfonos móviles y calzado.
La directora de Trabajo y Seguridad Social en Camagüey, Marta Adán
Hernández, dijo que hay espacio para muchas más personas que aspiren a
sacar sus permisos de trabajo por cuenta propia.
"No hay límite (...) las personas van buscando su ocupación, pero
realmente hay muchas actividades que se pueden hacer que hoy son
servicios que necesita la población", dijo Hernández.
Las reformas de Castro buscan más iniciativa privada en los sectores
minoristas y agrícolas, y más eficiencia en las empresas estatales, y se
espera que sean aprobadas en un congreso del Partido Comunista en abril
próximo.
Los despidos masivos han sido objeto de críticas en decenas de miles de
reuniones celebradas en toda la isla como parte de los temas que se
discuten antes del congreso.
El plan es descrito como el "reordenamiento" de la fuerza laboral porque
en teoría los trabajadores desempleados serán declarados "disponibles",
un eufemismo para referirse a los despidos, y les ofrecerán otras
opciones donde hay déficit de mano de obra como en la agricultura, la
construcción o la educación.
DESPIDOS VAN A CONTINUAR
La semana pasada, a 29 enfermeras en uno de los nueve centros de salud
de Camagüey le ofrecieron otros puestos de trabajo en hospitales
locales, al ser declaradas "disponibles".
"Algunos están aceptando la oferta y las demás se van a casa, porque en
la clínica se trabaja ocho horas al día, mientras que en los hospitales
se labora un turno de 12 horas por día o de noche, y muchas veces se
trabajan hasta 24 horas porque las enfermeras, a veces, no llegan a su
trabajo", dijo Anaida, una supervisora de enfermería.
Este no fue el caso de un grupo de contadores pertenecientes a 20
restaurantes de la empresa "Palmares", de Santiago de Cuba, adscrita al
Ministerio de Turismo.
Los puestos de trabajo de los contadores fueron eliminados a principios
de enero y fueron reemplazados por cuatro supervisores que se encargan
de esas funciones.
"Me declararon disponible el 4 de enero y me enviaron a la casa a la
espera de otra oferta de trabajo, pero ya hace más de un mes y no me han
llamado (...). Tengo más de 10 años de trabajo y me pagan un mes al 100
por ciento y el otro mes al 70 por ciento", dijo María Eugenia, de 40
años de edad.
"Claro, no es justo porque te pasas cinco años estudiando en la
universidad, trabajé 16 años en el restaurante y nunca tenía ningún
problema", dijo con disgusto.
Los funcionarios de las tres provincias dijeron que no había más remedio
que recortar los puestos de trabajo para que la economía pudiera seguir
adelante, pero ahora el proceso no tiene límite de tiempo.
"Es un proceso prolongado en dependencia de cómo vamos marchando. Esto
no es un proceso rápido (...) que se haga bien, que se haga como está
establecido", dijo Hernández.
El vicepresidente de asuntos económicos de la provincia de Granma, Raúl
López Rodríguez, insistió en que la reorganización seguirá adelante,
pero admitió que sólo el 10 por ciento de los despidos podrán ser
absorbidos por el sector estatal.
El resto de los desempleados no tendría más remedio que volver a
trabajar la tierra o en la pequeña empresa privada.
"Va a ver un reordenamiento dentro del sector laboral para buscar
eficiencia y a los que se quedan se les debe pagar mucho más para estar
estimulados", dijo Rodríguez.
El funcionario estimó que el salario promedio mensual de los
trabajadores estatales, ahora alrededor de 440 pesos (unos 20 dólares),
necesitaría ser duplicado para motivar a los empleados.
(Reporte de Marc Frank; editado en español por Inés Guzmán)
http://lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTASIE72714G20110308?sp=true
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