Expertos consideran positiva devaluación del peso convertible
Estiman que es una medida realista para incentivar las exportaciones,
favorecer el turismo y animar la inversión extranjera
EFE, La Habana | 15/03/2011
La decisión de Cuba de devaluar en un 8 % la tasa de cambio de su peso
convertible (CUC, moneda fuerte) y equipararlo de nuevo al dólar es una
medida "positiva" y "realista" tendente a incentivar las exportaciones,
favorecer el turismo y "animar" la inversión extranjera.
En este sentido se pronunciaron el lunes varios analistas y expertos
consultados por EFE ante este "paso discreto" —así lo define el propio
Banco Central de Cuba— en la compleja política monetaria de la Isla, con
el que se pretende mejorar el balance de divisas y favorecer las
relaciones financieras externas.
En Cuba conviven dos monedas: el peso cubano, en el que la mayor parte
de la población cobra sus salarios y con el que paga productos y
servicios básicos, y el CUC, convertible en divisas y que fue creado en
1994 equiparable al dólar, aunque en 2005 el Gobierno lo revaluó en un 8 %.
La vuelta a la paridad del CUC con el dólar anunciada este lunes no
supone sin embargo la eliminación del gravamen del 10 % que Cuba aplica
a los cambios en efectivo de dólares por pesos convertibles y que las
autoridades justifican en el bloqueo que EEUU mantiene sobre la Isla.
Tampoco varía la tasa de cambio interna entre el peso cubano y el
convertible (un CUC equivale a 24 pesos cubanos) ni la forma de
contabilidad estatal que establece que un peso cubano es igual a un peso
convertible, un elemento que añade complejidad y distorsiones en las
mediciones económicas.
En cualquier caso, expertos y empresarios extranjeros ven con buenos
ojos el anuncio del Banco Central, al considerar que el CUC estaba
"sobrevaluado" y que su tasa de cambio era completamente "irreal".
Muchos coinciden en que uno de los sectores más inmediatamente
beneficiados con la medida será el turismo —la segunda fuente de
ingresos de la Isla— ya que con la devaluación del CUC "Cuba se abarata
en términos de dólar", según dijo un empresario europeo radicado en la Isla.
La medida también será positiva para los cubanos que reciben remesas del
extranjero, incluso a pesar de seguir vigente la penalización del 10 %
para el cambio en efectivo de dólares por CUC.
"En general es una medida realista y objetiva. Nunca debió revalorarse
el peso convertible cubano, pero aspiramos a que en el futuro se le
quite el impuesto del 10 % que se mantiene aún para la población", dijo
el economista disidente Oscar Espinosa Chepe.
En la calle, los cubanos de a pie acogieron el anuncio con cierta
indiferencia e incluso con alguna confusión ya que muchos pensaron en
principio que se había eliminado también ese gravamen del 10 %.
"Es (una medida) para recoger dólares", comentó un habanero de unos
cincuenta años que esperaba su turno ante una oficina de una casa de
cambio oficial. "Beneficia algo pero seguimos casi en las mismas", fue
la opinión de otra mujer.
Cuba arrastra desde hace décadas una crisis económica que en 2008 se
agravó con los efectos de varios huracanes y de la crisis económica
internacional, lo que provocó incluso una aguda falta de liquidez que
llevó a congelar fondos bancarios de socios empresariales extranjeros.
Esa crisis financiera comenzó a superarse y a finales de 2010 se habían
pagado dos tercios de las cuentas bancarias congeladas y se pudo empezar
a renegociar parte de la deuda externa.
Dentro del plan de ajustes económicos emprendidos por el presidente Raúl
Castro se contempla avanzar en la unificación monetaria, pero "su
complejidad exigirá una rigurosa preparación y ejecución", según un
documento que recoge ese proyecto de reformas.
En una entrevista divulgada el pasado mes de enero, el economista local
Pavel Vidal señalaba como errónea la visión de que la economía cubana
tiene que mejorar para eliminar la doble moneda: "No es así. La doble
moneda es un impedimento para el crecimiento económico, para continuar
con el ajuste y los cambios estructurales".
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