Thursday, October 20, 2011

PRODUCIR CALZADO EN CUBA: UNA EMPRESA RUINOSA

PRODUCIR CALZADO EN CUBA: UNA EMPRESA RUINOSA
20-10-2011.
Elías Amor Bravo
Economista, ULC

(www.miscelaneasdecuba.net).- Ya no se puede tener la menor duda. El
régimen castrista carece de nociones básicas para organizar el
funcionamiento de la economía sobre unas bases mínimas de racionalidad y
eficiencia. El que quiera saber más, le recomiendo la lectura de un
artículo delicioso publicado en Granma, el órgano oficial del Partido
único, titulado "Calzado en malos pasos" en el que se realiza un
análisis de la fabricación de calzado en la Isla.

El planteamiento fuertemente crítico de Granma, supone tratar de
explicar las razones por las que 18 empresas matanceras, entre las que
se encuentra la empresa Manuel del Toro y otras entidades, que cierran
con pérdidas millonarias su plan de producción y persisten en las
pérdidas de los últimos cinco años.

Según Granma, esto obliga "a acelerar el perfeccionamiento del trabajo
de dirección de los organismos y el desempeño de las empresas para hacer
realidad el contenido de los Lineamientos aprobados por el Sexto
Congreso del Partido, en particular en lo referido a elevar el papel de
la contabilidad y el control interno como instrumentos insustituibles de
la gestión empresarial", para concluir con una frase lapidaria: "los
deterioros en estas empresas prácticamente quebradas, con gastos
irracionales, hacen imprescindible acabar con el paternalismo".
Tremendo error.

Si creen que los "Lineamientos" y el "perfeccionamiento empresarial" son
la receta para mejorar los resultados de la producción de calzado, andan
muy equivocados.

El sector de fabricación del calzado cubano, al igual que la mayor parte
de las actividades incluidas en la industria manufacturera, es víctima
del modelo económico estatal e intervencionista impuesto desde los
tiempos "revolucionarios" del Che Guevara cuando el argentino se creyó
en condiciones de industrializar a la Isla con un modelo en el que se
anuló la propiedad privada, el ejercicio de la libre empresa y la
economía de mercado.

Ahora, medio siglo después, las autoridades que se responsabilizaron de
aquel desastre sin precedentes en la historia económica internacional,
quieren recuperar el tiempo perdido sin realizar las reformas mínimas.

Vamos por partes.

El artículo destaca la enorme rotación de los profesionales del sector
del calzado. Lógico. ¿Quién va a producir zapatos en una economía en la
que los ciudadanos carecen de capacidad de elección, y en la que, los
productos confeccionados en el exterior, por ejemplo, en las empresas de
China o Vietnam, entran en la Isla en condiciones de precio y de diseño,
que dejan boquiabiertos a los jóvenes cubanos? Ah, y lo más importante,
esas empresas chinas y vietnamitas, ni saben lo que es el
"perfeccionamiento empresarial" ni les importa, ni han tenido que
inspirarse en unos "lineamientos" dominados por la ideología política.

La experiencia y cualificación, destreza y habilidad de los trabajadores
es fundamental en la fabricación del calzado. Lo es también contar con
profesionales suficientes para el trabajo. Más aún cuando el producto
alcanza un cierto nivel de sofisticación, como el calzado ortopédico,
por ejemplo. Las pérdidas de estas empresas castristas son la
demostración más evidente de la falta de eficiencia productiva y la
ausencia de una estrategia industrial adecuada.

Y luego, se conforman con explicaciones como la falta de materia prima o
la inestabilidad en la entrada de la misma lo que supone interrupciones
productivas por tiempos superiores a los seis meses. Ahí viene la
descripción del artículo, "cuando llegan las interrupciones por falta de
materia prima, la gente se decepciona y luego no regresa.

Ahora tenemos con qué trabajar, pero carecemos de suficientes brazos
para remontar los atrasos". Escasez de trabajadores, falta de
cualificación y experiencia, abandono y eventual indisciplina laboral.

Todo un modelo de economía planificada y organizada por el estado que
hace aguas, y que es incapaz de atender las necesidades básicas de la
población, en este caso concreto, de calzado.

Pero la guinda, lo realmente asombroso de este modelo comunista,
improductivo e ineficiente, viene después. La referencia al "personal
improductivo, que el artículo cifra en un 34% del total". Resulta que
"aun cuando la empresa labora hoy con aproximadamente el 50 % de la
plantilla aprobada, todavía mantiene intacto su aparato administrativo y
estructuras de apoyo que ya no cumplen objetivo alguno y no hacen más
que generar gastos innecesarios".

¿De dónde viene ese personal improductivo? Pues ni más ni menos que de
las "organizaciones económicas estatales" ese castillo de naipes que
sostiene al régimen, cuyas bases son ciertamente débiles y en cualquier
momento se pueden venir abajo.

Además, los "equipamientos de las fábricas son obsoletos", dice el
artículo. En este caso, habrá alguna responsabilidad de los
propietarios, que una vez más, nos devuelven a la burocracia estatal, al
poder político comunista, directamente relacionado con el régimen.

En suma, "bajos volúmenes productivos, insuficientes rendimientos
industriales y agrícolas, y excesos en los costos; elevados gastos, y
falta de insumos y de materias primas en otras esferas, sin descontar
deficientes factores organizativos, como la falta de sistematicidad,
control y exigencia", y para concluir, "debilidades en el proceso de
planificación, y es en primer lugar una responsabilidad administrativa.

No son problemas nuevos", dicho por Lourdes Sarmiento, directora de
planificación y economía de la provincia.

¿A quién culpamos de todo este desastre? ¿Al embargo? ¿Al bloqueo
internacional? ¿A la competencia de los antiguos amigos y socios chinos
y vietnamitas? ¿A los yanquis? Llevamos meses viendo como en Granma se
ha iniciado una campaña de denuncia de las ineficiencias que existen en
la economía castrista. Pero no se equivoquen. La solución no está en
mejorar la planificación y la organización burocrática.

Es justo lo contrario. La solución está en la libertad económica, el
mercado, la propiedad privada y el derecho a la libre empresa. Y aquí
tropezamos contra los "lineamientos" y el perfeccionamiento empresarial.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34016

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