Cuba, a las puertas de la unificación monetaria
Publicado el Domingo, 07 Abril 2013 04:31
Por Emilio Morales*
Entonces, ¿se termina por fin la dualidad monetaria cubana con el valor
único del peso convertible?
Funcionarios y expertos cubanos de instituciones estatales lanzaron esta
semana la "noticia" de que en el período 2013-2014 está prevista la
unificación gradual de las dos monedas que circulan en la isla, de
manera que funcione únicamente el peso cubano (CUP).
Las declaraciones -aunque imprecisas y sin confirmación oficial- han
dado una señal de alarma en el seguimiento de los próximos pasos en la
transformación del modelo económico. En Cuba, este tipo de afirmaciones
suelen ser el tanteo que antecede al anuncio de la puesta en marcha de
una decisión trascendente.
La eliminación de la doble moneda -un fenómeno vigente desde agosto de
1993- es uno de los cambios estructurales que más urge la economía del
país. Sin embargo, figura a la vez como el más complejo y profundo de
los que va a tener que enfrentar el gobierno cubano, sobre todo por los
riesgos latentes en las actuales condiciones económicas y sociales de la
isla.
Proceso gradual
La tarea de unificar las dos monedas no puede convertirse en terapia de
choque, pues sería un suicidio político de incalculables consecuencias.
El proceso deberá realizarse por etapas y escalonadamente, de manera de
ir haciendo cortes trimestrales, evaluar el impacto en el mercado e
implementar medidas correctoras que permitan rediseñar las acciones en
el tránsito gradual hacia la unificación monetaria.
La fecha más razonable para concluir el proceso es el 2014.
Actualmente el mercado cubano presenta un excedente de dos millones de
trabajadores en el sector estatal. Para ellos, las medidas implementadas
hasta el momento en aras de desarrollar el sector privado han sido
limitadas y poco atractivas como para atraerlos. Eliminar el lastre que
significa el salario mensual de esos dos millones de personas es un
primer paso inevitable del gobierno si quiere salir airoso en el proceso
de unir las monedas.
Para lograrlo resulta necesario estimular el mercado. ¿Cómo? Abriendo
las oportunidades a los profesionales, al sector de la construcción, al
sector de la producción de materiales para la construcción y la
distribución de mercancías. También permitiendo la importación de
productos al sector privado y eliminando el monopolio del Estado,
eliminando las limitaciones que existen en el sector de la agricultura,
abriendo la industria azucarera a la inversión de capital extranjero y
al sector privado cubano, entregando las tierras a perpetuidad y no en
usufructo y restableciendo la confianza en los agricultores como
verdaderos dueños.
Evitando el colapso
En otras palabras, implementar los mecanismos y leyes necesarias que
permitan crear oportunidades de empleos en el sector privado.
Esa es la única forma de poder incrementar la productividad del trabajo
en todos los sectores de la economía, aumentando las exportaciones y
disminuyendo las importaciones. De manera que se permita garantizar una
reserva para respaldar la unificación de la moneda y evitar el colapso
que provocaría una inflación incontenible.
Pero no hay indicios de que eso suceda a corto plazo.
Por tanto, hacer la unificación monetaria en las condiciones actuales
entraña mucho riesgo y genera incertidumbre en el horizonte actual de
los cubanos.
Si el gobierno cubano anunciara mañana que elimina el peso convertible
cubano (CUC) y que pone el CUP a una tasa de cambio de 1 x 1 con
respecto al dólar norteamericano, el salario promedio actual de 455
pesos se convertiría automáticamente en 455 dólares, creando un poder
adquisitivo ficticio en el mercado.
Significaría que la alta demanda del mercado agotaría los inventarios de
las tiendas recaudadoras de divisas en solo 48 horas, dejando al país
con una escasez nunca antes vista en las últimas dos décadas y sin
fondos en divisas para reponer los abastecimientos, con un mercado negro
controlando el cambio de divisas a precios exorbitantes.
Escenario poco realista
El sentido común nos dice que este escenario no es realista y parece
imposible. Aunque con Cuba nunca se sabe.
Encontrar el mecanismo acertado para lograr la unificación de las dos
monedas en las condiciones actuales es como caminar por la cuerda floja.
El gobierno cubano ha implementado ya algunas medidas encaminadas a
crear las condiciones más propicias para la unificación monetaria, lo
que nos hace pensar que la transición será a marcha lenta y con fases
bien delimitadas.
Entre las medidas anticipadas podemos mencionar la autorización para
comprar artículos en las tiendas recuperadoras de divisas en pesos
cubanos al cambio actual del mercado, usando las tarjetas magnéticas en
CUP; el pago de impuestos de los cuentapropistas en pesos cubanos; las
transacciones bancarias correspondientes a las ventas de casas y autos
en pesos cubanos; y el incremento de los precios en el mercado mayorista.
Sin embargo, los pasos no son suficientes. El mercado requiere de otras
acciones, como ir disminuyendo paulatinamente la tasa de cambio del CUC
con respecto al CUP.
Actualmente la tasa de cambio está fijada a 24 CUP x 1 CUC para la
venta, y 25 CUP x 1 CUC para la compra de la moneda dura.
Ajustes impostergables
Al mismo tiempo, se requiere de un ajuste de los precios de los
productos y servicios que se ofertan en las distintas cadenas del
comercio minorista.
Otra de las variables a tener en cuenta es la reacción de las personas
que tienen cuentas de ahorro en CUC y las que tienen cuentas de ahorro
en pesos cubanos (CUP). ¿Se afectarán los saldos de las cuentas de
ahorro de ambas monedas cuando se varíe la tasa de cambio? ¿Se
convertirán las cuentas en CUC en cuentas de USD o en pesos cubanos? ¿Se
disparará el mercado negro de la compraventa de dólares?
¿Qué pasará con las cuentas corrientes en CUC de las empresas
extranjeras que operan en la isla? ¿Significará el cambio un nuevo
corralito financiero?
Por lo pronto, las campanas están sonando y ya se observa una caza
desesperada en la compra de dólares y euros en la Habana, el mercado más
dinámico de la isla, con un poder adquisitivo que alcanzó los $1,621
millones de dólares en el 2011.
Los próximos meses servirán de termómetro para monitorear los efectos de
las medidas paulatinas y medir las consecuencias en el mercado. La
reforma monetaria en Cuba está en conteo regresivo hacia la meta y la
población debe prepararse para este nuevo encuentro con la realidad.
*Economista cubano. Ex jefe de planeación estratégica de mercadotecnia
en la corporación CIMEX y autor de los libros Cuba: ¿tránsito silencioso
al capitalismo? y Marketing without Advertising, Brand Preference and
Consumer Choice in Cuba. Es presidente de Havana Consulting Group, en Miami.
http://cafefuerte.com/cuba/noticias-de-cuba/economia-y-negocios/2744-cuba-la-doble-moneda-o-la-cuerda-floja
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