Sunday, April 07, 2013

La verdadera orientación de los cambios económicos que necesita Cuba

La verdadera orientación de los cambios económicos que necesita Cuba
[06-04-2013]
Elías Amor Bravo
Economista

(www.miscelaneasdecuba.net).- Una posición que ya se ha interpretado
como una llamada de atención de los sectores más reaccionarios del
régimen, y la demostración pública de que en la Isla aparecen posiciones
distintas respecto a la marcha de los acontecimientos, al menos en
política económica.

De un lado, los que según palabras de Raúl Castro, "pretenden ir más
rápido", de otro los que creen que se "avanza a buen ritmo, pero la
magnitud y complejidad de los problemas no permiten que podamos
resolverlos de un día para otro". Entre estas dos posiciones no es fácil
encontrar un equilibrio, y el éxito de las actuales reformas en curso,
va a depender de que se alcance una posición sostenible que permita la
continuidad.

Estamos, qué duda cabe, ante una novedad en el pétreo sistema político
ideado por los hermanos Castro hace más de medio siglo. El
reconocimiento de la existencia de posiciones distintas sobre un mismo
tema, en este caso, sobre el ritmo de aplicación de medidas de política
económica, es muy relevante.

Moviéndose en el filo de una navaja, tal vez para intentar liderar las
dos posiciones aparentemente enfrentadas, Raúl Castro defendió que su
régimen cuenta con una serie de guías para emprender las reformas
necesarias para mejorar la economía de la isla, pero añadió
posteriormente que esas medidas no pueden convertirse en "una camisa de
fuerza", en cuanto que deben estar sometidas a críticas y a su
flexibilización.

En un determinado momento de su intervención, el dirigente comunista
requirió a diferentes organizaciones a que presenten propuestas para
mejorar el proceso de reformas en el que se encuentra inmerso el régimen
para sacar la economía de su postración de medio siglo. Una declaración
que bien podría interpretarse como una oferta de "diálogo social" si
bien, los interlocutores son inexistentes o pertenecen todos a la esfera
de control del partido único que dirige los destinos del país, lo que
podría interpretarse como una nueva demora del proceso.

Si complicado fue el proceso de elaboración de la agenda, no conviene
olvidar que los primeros debates públicos sobre la necesidad de cambios
se pusieron en marcha al poco de llegar Raúl Castro al poder en 2006,
luego son más de siete años que es tiempo más que suficiente para
observar resultados concretos, más complicado puede ser el proceso de
aplicación de las medidas contenidas en los Lineamientos.

Como cabía esperar de todo proceso de cambio, aparecen los que se
sienten satisfechos de lo realizado, y reivindican su labor, y por otro
lado, surgen posiciones que entienden que se podría haber alcanzado un
mejor resultado yendo más rápido.

Pero, ¿es tan complejo lo que se tiene que hacer y que no queda más
remedio? La pregunta tiene una respuesta simple. La reestructuración de
la economía existente en la Isla pasa por un giro de 180º en las
relaciones económicas y sociales de producción, situando al sector
privado y los derechos de propiedad en el eje del sistema económico, y
situando a la planificación estatal en los ámbitos regulatorios, en
línea con lo que se realiza en otros países de economías mixtas.

La creación de zonas de desarrollo económico, como el Puerto del Mariel
o la política de entrega de tierras y la autorización al ejercicio por
cuenta propia de una serie de oficios, no son más que parches que
pretenden aportar oxígeno a una economía ineficiente y gris. Pero no son
la solución de futuro, y eso lo saben las autoridades, los dirigentes y
el pueblo cubano.

Los enunciados de política económica del régimen que se realizan en
estos consejos de ministros por los responsables, como "potenciar las
exportaciones y desacelerar el crecimiento de las importaciones,
favoreciendo la producción nacional", las mejoras del "sistema
empresarial (la venta de inventarios ociosos o de lento movimiento, la
actualización de los objetos sociales y el mejor aprovechamiento de las
energías renovables)", "trabajar para garantizar los ingresos externos
seguros que provienen del turismo, la industria de medicamentos, la
producción de níquel y el azúcar", o "dar prioridad las inversiones que
generen ingresos en el corto plazo y propicien la sustitución de
importaciones" son en cierto modo correctos, pero no van a resolver el
origen del problema, que es la inadecuada estructura económica, en la
que no existe un marco jurídico para los derechos de propiedad y la
asignación de recursos se realiza por medio de la planificación central
y no el mercado.

Ni siquiera, propuestas como que "las empresas, a partir de las
utilidades después de impuesto, cumplidos los compromisos con el Estado
y los requisitos establecidos, puedan crear fondos para el desarrollo,
las inversiones y la estimulación a los trabajadores", o "la aprobación
del primer grupo de 126 cooperativas no agropecuarias (111 mercados
agropecuarios; cinco estarán asociadas a servicios de transporte de
pasajeros; seis a servicios auxiliares del transporte; dos para el
reciclaje de desechos y 12 relacionadas con actividades de la
construcción)" tienen sentido porque nos devuelven a la misma filosofía
de parches que no vienen a resolver el problema general de una economía
que posee una estructura inadecuada para funcionar con eficiencia.

Las autoridades deben ser conscientes de que este tipo de medidas no
conducen a ningún sitio. El problema no es de velocidad ni de análisis o
formulación de actuaciones. El verdadero problema es que no se sabe bien
a donde se quiere llegar. O si se sabe, es más de lo mismo, y ahí están
los últimos 55 años para saber que nada bueno cabe esperar de reparar
algunas piezas de la vieja maquinaria. Hay que construir una nueva
máquina en la que se tiene que devolver el poder de elegir y la
propiedad a todos los cubanos para que puedan elegir libremente y
decidir lo que consideren más adecuado para sus vidas y haciendas.
Mientras no se asuma que esta es la dirección, poco importan velocidades
o presiones.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=38972

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