26 de agosto de 2013 • 21:37
Estado cubano comienza a dejar restaurantes en manos de cooperativistas
Más de 20 restaurantes estatales en Cuba están a punto de convertirse en
cooperativas en momentos en que el Gobierno Comunista de Raúl Castro
está cediendo más espacio al sector no estatal en la isla caribeña.
Los restaurantes se convertirán en cooperativas en octubre, con otros
cientos más que podrían pasar a esta forma de gestión no estatal en el
futuro si el experimento tiene éxito.
Todos los aspectos del negocio, desde la compra de comidas hasta la
repartición de las ganancias serán decididos por los empleados, y no
como hasta ahora por altos cargos del gobierno. Un proceso similar está
en marcha en otros sectores como la construcción, el transporte,
mercados agropecuarios y producciones ligeras.
Estos restaurantes serán los primeros en ser cedidos por el Estado desde
la masiva nacionalización en 1968.
Hasta hace cinco años, los visitantes extranjeros tenían básicamente la
opción de acceder a restaurantes estatales, a menudo con reputación de
mala calidad.
Actualmente, existen casi 2.000 restaurantes privados a partir de las
reformas de mercado impulsadas por el presidente Raúl Castro, quien
reemplazó a su enfermo hermano Fidel en el 2008.
"El Gobierno tiene la esperanza de que los cooperativistas -orgullosos
de sus negocios y motivados por las ganancias - ofrecerán un mejor
servicio y productos de mayor calidad a los clientes, tanto si son
turistas o compatriotas", dijo Richard Feinberg, un experto basado en
Brookings Institution, en Washington, y autor de varios estudios sobre
las reformas económicas en Cuba.
Algunos restaurantes atienden a una clientela principalmente de cubanos
utilizando la moneda local (pesos), mientras otros como La Casona de 17
y La Divina Pastora, ambos en La Habana, tienen como clientes sobre todo
a turistas ya que operan en CUC, un efectivo equivalente al dólar que
vale al cambio oficial unos 24 pesos.
La Divina Pastora, situado próximo al Castillo del Morro en la
emblemática Bahía de La Habana, es una valiosa edificación propiedad de
la empresa turística Gaviota, administrada por militares.
La Casona de 17 pertenece al Ministerio de Turismo y está a cargo de la
cadena de restaurantes de lujo Palmares.
"Somos un proyecto piloto, pero en el futuro creo que todos los
restaurantes en Palmares se convertirán en cooperativas", dijo Marylin
Herrera, aludiendo a la empresa estatal que opera restaurantes de lujo
en la isla, durante una visita a La Casona, situado en el barrio
habanero del Vedado.
"El ministerio tiene mejores cosas que hacer", dijo Herrera, de 25 años,
que estudia actualemente la licenciatura en Turismo.
Herrera dijo que será un reto para unos 50 trabajadores que hasta hora
eran dirigidos por el Estado, pero admitió que esta forma de gestión les
dará "más flexibilidad en la forma de trabajar y de ofrecer los servicios".
DIFICIL CLIMA DE NEGOCIOS
En un congreso del Gobernante Partido Comunista en el 2011 que aprobó un
plan de 311 reformas para modernizar la economía de la isla, el
presidente Castro explicó su interés de crear un sector "no estatal",
tanto de negocios privados como cooperativos.
"El incremento del sector no estatal de la economía (...)permitirá al
Estado concentrarse en la elevación de la eficiencia de los medios
fundamentales de producción, propiedad de todo el pueblo y desprenderse
de la administración de actividades no estratégicas para el país", dijo
Castro.
Desde entonces, Castro avanzó en la expansión del sector privado al
entregar en arriendo miles de pequeños establecimientos de servicios y
taxis a sus empleados, y dio en usufructo la tierra ociosa a cubanos
interesados en hacerla producir de forma eficiente.
"Es un proceso experimental que nos va a permitir conducir todo este
proceso y poder después, transcurrido un tiempo, generalizar esta
experiencia", dijo a medios locales la pasada semana Grisell Tristá,
miembro de la comisión del Partido Comunista encargada de implementar el
plan de las reformas.
Las cooperativas funcionan de manera independiente de las entidades
estatales y de las empresas, fijan los precios en función del mercado la
mayoría de las veces y reciben un mejor tratamiento fiscal que los
emprendimientos privados individuales, según un decreto publicado en
diciembre.
La ley les permite tener un número ilimitado de miembros y contratar a
otros trabajadores en un período de hasta tres meses.
Si bien es difícil encontrar expertos locales que se opongan a las
posiciones del Estado, es relativamente fácil encontrar críticos del
proceso.
En el caso de las cooperativas, que en teoría se están constituyendo de
forma voluntaria, la mayoría hasta el momento son el resultado de
decisiones tomadas al más alto nivel de Gobierno, que está imponiendo a
los empleados de las empresas seleccionadas a aceptar la gestión
cooperativa o abandonar el trabajo.
"Este no fue un proceso espontáneo de la asociación de base, al menos en
la gran mayoría de los casos", dijo un economista cubano, que pidió no
ser indentificado por tener restricciones para conversar con periodistas
extranjeros.
Las cooperativas, "se enfrentan a un difícil ambiente de negocios con
una infraestructura decrépita, equipos y prácticas bancarias obsoletos,
altos impuestos y restricciones sobre el comercio que harán difícil el
éxito", agregó.
(Reporte de Marc Frank; Traducido por Rosa Tania Valdés)
Source: "Estado cubano comienza a dejar restaurantes en manos de
cooperativistas - Terra España" -
http://noticias.terra.es/mundo/latinoamerica/estado-cubano-comienza-a-dejar-restaurantes-en-manos-de-cooperativistas,4f79a447e9bb0410VgnCLD2000000ec6eb0aRCRD.html
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