La reconversión de la "escuela al campo" otro experimento fallido
[19-11-2013]
Elías Amor
Economista
(www.miscelaneasdecuba.net).- Una de las iniciativas más absurdas de la
ideología definida por el régimen instaurado por Fidel Castro, las
llamadas "escuelas en el campo", no sólo resultaron una experiencia
desagradable para quienes se vieron obligados a participar en las
mismas, sino que incluso, en la actualidad, nadie sabe muy bien qué
hacer con esos engendros de la naturaleza colectivista.
Tras la decisión reciente de las autoridades de cerrar estas "escuelas
obligatorias" dentro del programa de reducción de los gastos del estado,
surgió un nuevo problema. Esta vez, cómo dar un nuevo uso a las
instalaciones que se abandonaban, al tiempo que se dedicaban a cultivos
las tierras que se venían utilizando para estas experiencias colectivistas.
Un artículo en Granma titulado "Iniciativa inconclusa" presta atención a
esta cuestión.
La idea, al parecer, era acondicionar las instalaciones de las viejas
escuelas, muchas en abandono y en pésimo estado de conservación, para
entregarlas a familias eventualmente interesadas en la producción
agrícola. El artículo de Granma presta atención a una escuela en
concreto, la denominada Combate de Isabel María, a la que se califica
como "una comunidad fantasma y con un administrador que no tiene nada
que administrar". 80 apartamentos vacíos y una comunidad agrícola
abandonada e improductiva como toda la propiedad estatal del régimen
castrista.
El artículo de Granma añade y cito textualmente, "lo peor es que no se
trata de un caso aislado. Los otros dos asentamientos de este tipo
existentes en la provincia, tampoco han despertado la aceptación
esperada. En Benito Juárez, municipio de Sandino, por ejemplo, todavía
no vive nadie, y en Combate de Tumbas de Estorino, en Pinar del Río, de
un total de 80 apartamentos, solo están ocupados 32".
Como casi todos los proyectos que fracasan en la economía de
planificación central dirigida por sesudos estudios, la iniciativa de
convertir las "escuelas" en centros productivos, partió de un sesudo
estudio realizado en unas 20 escuelas que ya no se utilizaban, y abarcó
un perímetro de dos kilómetros alrededor de cada una de ellas, donde se
analizaron aspectos fundamentales como los tipos de suelos, las fuentes
de abasto de agua y las posibilidades de montar sistemas de riego en las
áreas a cultivar".
Evidentemente, el estudio no ha dado los resultados esperados. Los
gastos destinados a transformas las obsoletas escuelas, no han servido
para nada. La gente no quiere volver al campo, y mucho menos en las
condiciones de control estatal que esta vía supone. Es verdad que el
artículo destaca otras dificultades para dar el paso, como la
pertenencia a unas UBPC, con lo que ello supone de pérdida de movilidad
en la economía para quién quiera cambiar de empleo, las dificultades
para convertirse en usufructuarios de tierras en arrendamiento tras las
inversiones en trabajo fijo que se requieren (inabordables en muchos
casos), o la dimensión misma de las explotaciones, que no permite
alcanzar las economía técnicas de escala de la producción.
Sinceramente, pienso que va a resultar muy difícil atraer personas a
estas nuevas instalaciones del régimen, desde las que se quieren
conseguir, como siempre, objetivos ajenos a las fuerzas libres del
mercado. No creo que haya que hacer muchas cosas. Tan solo impulsar un
giro de 180º en estas instalaciones, facilitando su gestión por empresas
privadas, cooperativas en el mejor de los casos, que puedan libremente
decidir qué hacer con las mismas. La idea de conseguir la incorporación
individual de personas a estos proyectos, no funcionará. Y ahí están los
datos, de 250 apartamentos, solo se han ocupado 32.
Es bueno plantearse en el régimen castrista, como se hace en el
artículo, "a estas alturas uno se pregunta: ¿cuál ha sido el sentido de
esta inversión, que al cabo de tanto tiempo, aún no reporta provecho
alguno?"
La visión crítica que se ofrece de esta experiencia colectivista, que se
sitúa más en los sueños de mediados del siglo pasado de la llamada
revolución, por no ajustarse a la política de inversiones recogida en
los llamados "lineamientos" no me parece justa. Simplemente, porque la
solución a los problemas graves de la economía cubana y sus experimentos
que siempre fracasan no está en los tímidos movimientos recogidos en
estos "lineamientos".
Coincido que esta recuperación de las temidas "escuelas al campo" puede
recibir todo tipo de críticas, pero la solución no está en seguir los
lineamientos, sino todo lo contrario. Apostar por la libre empresa, la
libertad de asentamiento, el acceso a la propiedad privada y las
ganancias legítimas de la actividad, tras el lógico pago de los
impuestos, es la receta mágica que se necesita para que los experimentos
den resultado. Tampoco hay mucho que inventar, porque la economía
funciona con estas reglas básicas desde hace siglos. La "escuela al
campo" deberá desaparecer, pero su reemplazo por actividades privadas
emprendedoras, parece razonable. Y si hay coincidencia en el fracaso de
esta experiencia, no parece que haya acuerdo en las vías de solución.
Nunca más estado, siempre más actividad privada.
Source: "La reconversión de la "escuela al campo" otro experimento
fallido - Misceláneas de Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/528b81a33a682e149454b04a
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