Cuba dejará a los exiliados invertir por la grave crisis
ÁNGEL T. GONZÁLEZCorresponsal La Habana Actualizado: 30/03/2014 06:09 horas
Castro ha decidido recurrir al capitalismo para salvar el sistema
socialista que ha sumido a Cuba en la pobreza extrema. La Asamblea
Nacional aprobó ayer una ley que permite a los extranjeros, cubanos en
el exilio incluidos, invertir con grandes ventajas fiscales en la isla.
A pesar de los seis años de reformas estructurales acometidas por el
Gobierno de Raúl Castro, Cuba está ahogada en una profunda crisis.
Obtener alimentos es ya la tarea que ocupa más tiempo a las familias.
Esto ha provocado un severo desgaste en el credo del sistema socialista
cubano que hay que «actualizar». Para dejar atrás el viejo carrusel de
la ineficiencia económica, la Asamblea Nacional aprobó ayer la nueva Ley
de Inversiones Extranjeras. Una normativa que autoriza a invertir
capital foráneo «en todos los sectores económicos» a excepción de la
sanidad, la educación, las fuerzas armadas y los medios de comunicación.
El principal atractivo de la ley es que ofrece agresivas ventajas
fiscales a los inversores que coloquen su dinero en la isla al reducir a
la mitad del impuesto sobre los ingresos, que pasa del 30% al 15%.
Además, la legislación promete «plena protección y seguridad jurídica»
para las empresas que se establezcan en suelo cubano, uno de los
principales escollos que disuadía a muchos inversores extranjeros. Según
el texto, las compañías «no podrán ser expropiadas salvo por motivos de
utilidad pública o interés social», y en tal caso los propietarios
recibirán «la debida indemnización».
Cuba se abre así a la inversión de capital de fuera de sus fronteras de
tal manera que no pone casi ninguna restricción al empresario. Define
como inversionista extranjero a la «persona natural o jurídica, con
domicilio y capital en el extranjero, que participa como accionista en
una empresa mixta o participe en una empresa de capital totalmente
extranjero».
El ministro de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca, aseguró ayer que
tanto los cubanos exiliados en otros países como los ciudadanos
norteamericanos tendrán la «posibilidad» de invertir en la isla. La
situación es tan desesperada que el propio Malmierca reconoció en el
telediario que Cuba necesita una inversión anual de 2.500 millones de
dólares para reflotar su economía.
La nueva legislación también contempla la inversión en bienes inmuebles
y la obtención de su propiedad u otros derechos reales. Estos inmuebles
podrán destinarse a viviendas u oficinas particulares para extranjeros o
dedicarse al turismo.
El proyecto abarca las garantías de las inversiones y define los
sectores susceptibles de recibir inversiones extranjeras. También aclara
bajo qué formas y en qué modalidades podrán operar los foráneos y cuál
será el régimen para la negociación y aprobación de sus inversiones, así
como diversos asuntos bancarios o de importación y exportación, entre otros.
Las inversiones podrán realizarse mediante dos modalidades: como empresa
mixta o como contrato de asociación económica internacional. En el
primer caso, los foráneos podrán crear oficinas, sucursales y filiales,
tanto en territorio cubano como fuera de éste, así como participar en
entidades en el exterior. En el segundo, cuando la empresa sea de
capital totalmente extranjero, el inversionista ejercerá la dirección,
disfrutará de todos los derechos y responderá por todas las obligaciones
que le correspondan.
La inversión extranjera, según esta nueva norma, está orientada a la
diversificación y ampliación de los mercados de exportaciones, la
incorporación de tecnologías avanzadas, la sustitución de importaciones
-sobre todo en alimentos-, la creación de nuevas fuentes de empleo, la
captación de métodos gerenciales, la participación en encadenamientos
productivos y el cambio de la matriz energética del país a partir del
aprovechamiento de las fuentes renovables de energía.
Sin embargo, la ley deja claro que en ningún caso los cubanos que
residan en la isla podrán invertir en su propio país. De hecho, los
locales no podrán ser empleados en compañías extranjeras sin el
consentimiento previo del Estado. Diversos ciudadanos ya han enviado
mensajes a los medios de comunicación para pedir al Gobierno que permita
al empresario extranjero contrataciones directas en lugar de obligarles
a buscar trabajadores mediante una agencia empleadora estatal.
El economista Juan Triana, durante un reciente debate público convocado
por la revista Temas sobre la necesidad que tiene Cuba de incentivar la
inversión de capital extranjero, alegó que «Cuba necesita incrementar en
casi un 15% su tasa de formación bruta de capital, su tasa de inversión,
para poder alcanzar luego una tasa de crecimiento promedio anual de 4%.
Este país se demora 25 años para duplicar el Producto Interior Bruto
(PIB). No hay que ser científico ni doctor para calcularlo. Me muero yo
y mi hijo se jubila sin haberlo logrado. Para que entendamos de lo que
estamos hablando aquí, crecer a altas tasas no es ni una aspiración ni
una meta, ni es un lujo; es una necesidad de este país, si no seguiremos
postergando el bienestar de las generaciones presentes y las futuras».
Source: Cuba dejará a los exiliados invertir por la grave crisis | Cuba
| EL MUNDO -
http://www.elmundo.es/america/2014/03/29/5336edd0268e3eab068b456e.html
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