La economía de Cuba en su primer cuarto de siglo de vida republicana
[30-06-2014 14:37:04]
Manuel Castro Rodríguez
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuando el 10 de diciembre de 1898 se firmó
en París el tratado por el cual concluía la Guerra
Hispano-Cubano-Norteamericana, Cuba se encontraba en ruinas y con su
población reducida, como consecuencia de la guerra y la reconcentración
ordenada por Valeriano Weyler, Capitán General y General en Jefe del
Ejército de España en Cuba.
De 1.609.075 habitantes reportados por el censo de 1887 la población
decreció a 1.572.797 en el de 1899. Las pérdidas materiales ocurridas
entre 1894 –el año anterior al inicio de la Guerra de Independencia- y
1899 fueron cuantiosas. De 1.100 fábricas de azúcar quedaron sólo 207 en
condiciones de laborar. La zafra disminuyó de un millón de toneladas de
azúcar a menos de la tercera parte. La cosecha tabacalera disminuyó de
medio millón de tercios a menos de noventa mil. El ganado vacuno se
redujo en un 75%: de 2,5 millones de cabezas a 0,4.
Desde la proclamación de la República el 20 de mayo de 1902, con todas
las sombras que existieron, es innegable que en pocos años Cuba alcanzó
logros económicos y sociales sorprendentes para la época, que sentaron
las bases para que después se le conociese como la Perla del Caribe.
¿Por qué?
Porque la República de Cuba nació sin plena independencia -la enmienda
Platt no fue derogada hasta 1934-, pero con derechos civiles y políticos
reconocidos: el hábeas corpus, la libertad de expresión, los derechos de
reunión y asociación, la libertad de movimiento, la libertad de cultos,
la división de poderes y otros que le permitieron emerger de la
postración económica.
Con el fin de aumentar la población rural que satisficiese las
necesidades para el crecimiento de la agroindustria azucarera, se
priorizó la política migratoria: Cuba recibió unos 700 mil inmigrantes
españoles entre 1902 y 1931, y miles de braceros antillanos. Entre ellos
se encontraba el gallego Ángel Castro Argiz; dos de sus hijos varones
–Fidel y Raúl- demostrarían ser émulos de Valeriano Weyler, a quien han
superado con creces. Véanse los vídeos sobre la destrucción física y el
daño antropológico causados a Cuba por el castrismo.
En menos de un cuarto de siglo de vida republicana, la economía de Cuba
demostró fortaleza. En el período 1900-1925 se registró un alto
crecimiento económico -8% como promedio anual-, basado fundamentalmente
en la agroindustria azucarera: la producción de azúcar se elevó a 5,4
millones de toneladas en 1925, lo que propició el auge del intercambio
comercial con el resto del mundo.
El ingreso nacional se cuadruplicó entre 1903 y 1924. Antes de cumplir
un cuarto de siglo como república, Cuba tenía un ingreso anual promedio
y per cápita excelentes para su época.
Aunque la contribución de la industria al ingreso nacional cubano
-estimado entre 11 y 13% para inicios de la década del veinte-, era
inferior a la de Argentina -18%-, y la de Chile -20%-, era similar a la
de México -14% en 1925- y superior a la de Colombia, que no es hasta
1941 que llegará a un 12,3%.
La masa ganadera vacuna se cuadruplicó, superando los 4 millones de
cabezas, para una población de 3,3 millones de habitantes. La producción
y exportación de tabaco también creció significativamente.
Las exportaciones de bienes se multiplicaron más de siete veces,
mientras que las importaciones lo hicieron en menos de cinco veces,
transformándose así la brecha comercial negativa de 18 millones de
dólares en 1900 en un superávit de 57 millones en 1925.
El saldo positivo en la balanza comercial propició un incremento de las
reservas internacionales de divisas y estimuló el proceso de formación
de capital con recursos foráneos, lo cual contribuyó a aquella expansión
económica.
Al analizar la economía del casi primer cuarto de siglo de vida
republicana, el historiador marxista Oscar Pino Santos afirma en su obra
El Imperialismo Norteamericano en la Economía Cubana, publicada en 1957:
"El incremento en el ingreso nacional que de todas maneras debió
experimentar Cuba entre 1902 y 1925, determinado por el auge en las
inversiones azucareras, dio lugar a la creación de algunos ahorros en
ciertas clases de la población, independientemente de los ahorros que
emigraban al exterior por la vía de las remisiones de las compañías
extranjeras que controlaban el azúcar, los servicios públicos y otras
empresas".
Pino Santos añade:
"Fue surgiendo así un empresario nacional incipiente, que hacía
extraordinarios esfuerzos por arrebatar a las mercancías importadas
algunos fragmentos del mercado nacional".
Al empresario nacional los hermanos Castro le declararían la guerra,
para décadas después recibir con los brazos abiertos al empresario
extranjero. ¿Alguien del régimen militar cubano tiene moral para hablar
de soberanía nacional?
Otro sector que se fue desarrollando fue el de la construcción, como lo
demuestran las construcciones realizadas durante la década del veinte.
Para ello se contó con excelentes arquitectos egresados de la
Universidad de la Habana, tales como Félix Cabarrocas Ayala y Evelio
Govantes que constituyeron la firma Govantes y Cabarrocas, que en 1916
proyectó el Hospital General Freyre de Andrade, conocido coloquialmente
como 'Emergencias'. Cabarrocas reinició en 1917 el proyecto del
Capitolio Nacional.
El historiador Ramiro Guerra Sánchez expresó en 1924:
"Cuba se ha conquistado su lugar en el mundo y gana en el respeto y en
el aprecio universales. Esto no son fantasías, son hechos".
Source: La economía de Cuba en su primer cuarto de siglo de vida
republicana - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53b159f03a682e16243a7437#.U7JtIvmSwx4
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