«Es Cuba quien debe abrirse, no el gobierno de Estados Unidos»
CARMEN MUÑOZCMUNOZCAMOS / MADRID
Día 25/06/2014 - 10.10h
El alcalde de Miami, el republicano Tomás Regalado, se opone al fin del
embargo contra la isla y respalda a los estudiantes que protestan en las
calles de Venezuela
JOSÉ RAMÓN LADRA
Tomás Regalado (La Habana, 1947) es hijo de un preso político que pasó
dos décadas en las cárceles cubanas y uno de los niños que salió de la
isla en 1962 con la llamada Operación Pedro Pan; la evacuación de
menores organizada por la Iglesia católica tras la llegada de Fidel
Castro al poder. Frente a las voces que en Estados Unidos están pidiendo
a Barack Obama apertura en la política hacia Cuba, el alcalde de Miami
asegura que su ciudad tiene «bien definida» su posición respecto a ese
país y Venezuela. Regalado, que en 2017 termina su segundo mandato y es
posible que vuelva a dedicarse al periodismo, ha viajado a España para
firmar el hermanamiento entre las ciudades de Madrid y Miami, para luego
visitar La Coruña y Benidorm. El político republicano explica en una
entrevista con ABC que «el voto hispano de Miami es un voto muy
comprometido con la calidad de vida y la política exterior de Estados
Unidos respecto a Cuba y Venezuela, y otras naciones cuyos ciudadanos
han emigrado. Es una ciudad que tiene casi una política exterior».
-¿Y cuál es esa política hacia Cuba y Venezuela?
-Respecto a Cuba, se debe mantener el embargo por una cuestión moral. No
se puede recompensar a quienes han violado todos los derechos de los
ciudadanos y han confiscado las propiedades de nativos y extranjeros. No
puede haber ningún reconocimiento al régimen hasta que no haya un
respeto total a los derechos humanos y elecciones libres y
transparentes. En el caso de Venezuela, Miami ha manifestado
oficialmente su apoyo a los estudiantes que protestan en las calles, su
repudio a las palizas, las violaciones de los derechos humanos y su
falta de respeto a la libertad de expresión. El gobierno de Miami tiene
una posición oficial bien definida respecto a estos dos países. En
Venezuela, estamos del lado de los estudiantes, de los opositores
encarcelados y opuestos a los violadores de los derechos humanos. En
Cuba, estamos del lado de aquellos que abogan por una apertura real, de
las Damas de Blanco, que reciben golpes solo por caminar, de los presos
de conciencia que siguen encarcelados simplemente por hablar. Somos una
ciudad con un carga tremenda de exiliados y por eso tiene identidad
propia en la política exterior de EE.UU.
-Pero en EE.UU. hay una corriente partidaria de un cambio de la relación
respecto a Cuba, que incluye el levantamiento del embargo. El pasado
mayo, destacadas personalidades pidieron apertura hacia la isla en una
carta al presidente Barack Obama.
-Eso es un ejercicio en el vacío porque aquellos que abogan por una
apertura hacia Cuba, no le piden apertura a Cuba. Buscan un gesto
unilateral para evitar estas sanciones históricas y hasta cierto punto
morales. El régimen puede comprar cualquier cosa en EE.UU. siempre que
lo pague en efectivo. El pueblo considera que no puede haber
acercamiento a Cuba hasta que no se respeten las libertades, hasta que
no haya una elección libre. Algunas de esas personas que firmaron la
carta lo hicieron simplemente por ser relevante, pero saben que es un
ejercicio en el vacío porque las leyes sobre Cuba están codificadas en
EE.UU. y haría falta un movimiento en el Congreso. El presidente no
puede eliminar unilateralmente las sanciones contra Cuba de un plumazo.
El equilibrio estaría en demandarle a Cuba que se abriera al mundo, como
le pidió el Papa Juan Pablo II y no le hizo caso. No se puede pedir una
acción unilateral de EE.UU. para recompensar a alguien que ha violado
todos los derechos de Naciones Unidas. Hasta que no se restauren esos
derechos, moralmente no se debe pedir ningún tipo de acercamiento que
sea unilateral.
-Las revelaciones en un libro del exescolta Juan Reinaldo Sánchez sobre
la vida de lujo oculta de Fidel Castro ¿le han sorprendido?
-Eso en Miami no es un secreto. Sabemos que los buenos comunistas viven
extremadamente bien y tienen licencia para todo. La frase «dentro de la
revolución, todo, fuera de la revolución, nada», con la que ha gobernado
el régimen durante más de 50 años, quiere decir que si eres un buen
revolucionario tienes licencia para la corrupción, para todo lo que el
mundo ve mal. si no eres un buen revolucionario, estás fuera de juego.
Eso es lo que les pasa a los periodistas que hablan, a las mujeres que
rezan, a los soldados que disienten. Se convierten en parias en una
sociedad donde los comunistas sustituyeron a los ricos. En Cuba siguen
habiendo ricos y pobres. Pero estos ricos no se ganaron la fortuna, se
la quitaron a otros.
-¿Cómo ve a la disidencia interna, ahora que muchos pueden salir de la
isla con la reforma migratoria del gobierno de Raúl Castro?
-No tiene la capacidad de organización que tuvo Lech Walesa en Polonia.
Cuba aprendió lecciones del desplome del campo socialista y no permite a
la disidencia que pase ciertos umbrales y la castiga. Veo a los
disidentes de la isla con mucha admiración porque podrían estar en Miami
y optaron por quedarse en Cuba, y sufrir las consecuencias. Les damos
todo el apoyo moral que podemos como gobierno.
-¿Qué posibilidades existen de que el Congreso de EE.UU. apruebe la
reforma migratoria antes de agosto?
-Es casi imposible, en agosto empieza el receso del Congreso para las
elecciones (de noviembre). La reforma migratoria está estancada por el
inmovilismo en Washington, el partidismo entre demócratas y
republicanos, y el miedo a admitir que hay un elefante en mitad de la
sala. El elefante son los 12-14-16 millones de seres humanos
indocumentados que viven en EE.UU. Es una realidad y el flujo no para.
Las municipalidades tenemos que afrontar la carga de la inmigración.
Evaden el censo, pero tenemos que prestar servicios de emergencia, de
seguridad pública, sociales, a los residentes.
-Tras la llegada de un americano negro a la Casa Blanca ¿está cerca el
turno de los hispanos?
-Un hispano o una hispana está destinado a ser presidente de Estados
Unidos tarde o temprano. La colonia cubana, que ni es la mayor
numéricamente ni tampoco la primera que llegó al país, tiene tres
senadores federales y cuatro congresistas federales en Washington. En
Florida estamos viendo cómo otras comunidades están emergiendo en la
política norteamericana, como la venezolana o la colombiana. Estados
Unidos será dentro de 25 o 30 años lo que hoy es Miami desde el punto de
la diversidad de orígenes, cultura, nacionalidades... Vamos a tener un
país muy diverso como lo tenemos en Miami, donde el 60% de sus 2,2
millones de residentes nacieron fuera de EE.UU.
-¿Qué lugar ocupa ya el voto hispano en su país?
-El voto hispano es determinante. A veces hay que tratar de vencer la
apatía, pero cuando se motiva es un voto que elige hasta presidente por
cuestión de la fórmula electoral que hay en EE.UU. La prueba fue en el
año 2000, cuando George W. Bush fue declarado presidente de EE.UU.
frente a Al Gore por 700 votos de la ciudad de Miami. Es un voto
codiciado, los presidenciables siempre cultivan el voto hispano de
Miami, un voto muy comprometido con la calidad de vida y con la política
exterior de EE.UU. respecto a Cuba y Venezuela, y otras naciones cuyos
ciudadanos han emigrado a Miami. Es una ciudad que tiene casi una
política exterior.
-¿Cuál es su pronóstico para las elecciones del próximo noviembre en
Florida? El exgobernador y aspirante demócrata Charlie Crist aventaja al
actual gobernador, el republicano Rick Scott, en las preferencias de los
votantes hispanos.
-Crist ha hecho declaraciones mal vistas por la comunidad cubana y eso
puede ser determinante. También abogó por una apertura sin explicar cómo
tenía que ser. Todavía sigue unos puntos porcentuales por delante de
Scott en las encuestas, pero con los márgenes de error nunca se sabe.
Source: «Es Cuba quien debe abrirse, no el gobierno de Estados Unidos» -
ABC.es -
http://www.abc.es/internacional/20140625/abci-cuba-quien-debe-abrirse-201406241729.html
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