No nos hará falta Etecsa
Quizás en 2016 cualquiera con un aparatico inteligente solo necesitará
un cielo sin nubes para develar los misterios de Internet
REGINA COYULA, La Habana | Junio 22, 2014
Cinco horas de estancia involuntaria en el Aeropuerto Internacional José
Martí me permitieron escuchar la charla de siete turoperadores de varias
agencias mientras esperaban a potenciales clientes entre los pasajeros
procedentes de Panamá, Cancún o Ciudad México. Mataban la espera
comentando los resultados y el rendimiento de los jugadores cubanos en
Grandes Ligas. La encargada de la limpieza interrumpió su labor y se
acercó al grupo para añadir a los boxeadores, hasta un policía dio
opiniones en la improvisada peña que luego discurrió por el camino del
Mundial de Fútbol.
Escuchando aquel animado intercambio, fue inevitable preguntarme por qué
las autoridades del INDER y las de la Televisión Cubana se toman tanto
trabajo en filtrar los juegos de béisbol profesional que se transmiten
desde hace unos pocos meses en la programación deportiva para
"evitarnos" la imagen de los muchos jugadores cubanos que decidieron
entregarse a la malevolencia del deporte rentado y triunfar en él. No
solo la gente a la que le interesa y que sigue con pasión el béisbol
conoce en tiempo real los resultados, sino que con uno o dos días de
diferencia ve los juegos en su televisor. Con solo pasar por la
incansable peña beisbolera del Parque Central eso puede comprobarse.
Deporte y entretenimiento son los aspectos más usuales del fenómeno de
estar desconectados de ESPN, Fox Sports, MegaTV o Univisión, pero a la
vez seguir la programación de esos canales. La forma en que se difunden
estos medios preocupa a las autoridades, que con toda lógica saben que
contenidos menos mundanos llegan a los interesados por vías iguales o
parecidas. Nadie duda que éste último es un público menos numeroso, pero
es el público que justifica la paga de la policía política.
Parece nerviosismo. Zunzuneo: "zunzunete" repetido ad cansancium; el
acoso permanente contra las redes de transmisión de canales hispanos de
la Florida y más recientemente, contra las redes inalámbricas de juego,
la persecución del llamado paquete con la variada programación
extranjera que permite prescindir de la televisión nacional. Y si hay
optimistas como yo pero en sentido inverso, las noticias de Google y del
fundador de Facebook, Mark Zuckerberg con internet.org, gigantes en la
puja por brindar el acceso mundial y gratuito a la red de redes, las
noticias deben tenerlos muy preocupados.
Ideólogos con acceso de banda ancha recopilan para nuestro consumo
cuanta noticia o material audiovisual nos infiltre la idea de que sin
internet estamos mucho mejor. Para no ser demasiado obvios con la
intención, siempre se añade el comentario de las cosas positivas de
internet. Me recuerda la época en que Mario Rodríguez Alemán dirigía un
programa donde se comenzó a proyectar cine norteamericano de estreno
luego de mucho tiempo de ausencia en las pantallas de televisión.
Rodríguez Alemán incluía siempre en el comentario previo al filme alguna
crítica al star system o al capitalismo. Un amigo le preguntó por qué
escogía aquellos materiales si tenía tantas objeciones, a lo que
Rodríguez Alemán le respondió que se olvidara del comentario, que lo
importante y lo que quedaba siempre era la película.
Si ETECSA sigue posponiendo el servicio de internet a los ciudadanos
cubanos; si el cable de fibra óptica que llegó de Venezuela hace ya tres
años continúa bajo siete llaves sin ofrecer las bondades de su velocidad
para la transmisión de datos, no nos hará falta ETECSA. Vislumbro un
2016 donde cualquiera con un aparatico inteligente solo necesitará un
cielo sin nubes para develar los misterios celosamente escamoteados
durante tanto tiempo.
Esos mismos de la banda ancha y las miras estrechas deben estar
elaborando los argumentos para descubrir sórdidos motivos en estos
proyectos. Habrá que aprovechar la mala prensa que tienen los drones; en
cuanto a los satélites a baja altura, algo se intentará con la
soberanía, ya que no se puede invocar el espectro radiofónico. Deben ser
muy cuidadosos, puesto que este proyecto dará cobertura a amplias zonas
de Asia y África que hoy no tienen; y claro, a Cuba. Buscarán argumentos
científicos (en internet, dónde si no) con los que tratarán de convencer
a los desapercibidos de que la recepción satelital produce radiaciones
nocivas para la salud. Y en efecto, muy nocivas, pero para la salud del
totalitarismo.
Source: No nos hará falta Etecsa -
http://www.14ymedio.com/opinion/etecsa-internet-facebook_0_1583241661.html
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