ECONOMÍA
Análisis: La economía castrista en el primer semestre de 2014
ELÍAS AMOR | Valencia | 23 Jun 2014 - 4:26 pm.
Se reduce el ritmo de crecimiento, se invierte menos en infraestructura
y se acentúa la dependencia energética de Venezuela.
Granma se ha hecho eco de una nueva reunión del Consejo de Ministros
castrista celebrada el pasado sábado 21, en la que se ha vuelto a
prestar atención a la evolución de la economía, y se presentó un balance
sobre la implementación de los llamados "Lineamientos". Raúl Castro no
las tiene todas consigo, cuando declara abiertamente, que "tenemos una
tarea gigantesca por delante, pero no podemos permitir que nos abrumen
los problemas, ni amedrentarnos ante ellos… Debemos ser optimistas
porque ese ha sido siempre el espíritu de la Revolución".
¿Tarea gigantesca, miedo a los problemas, optimismo revolucionario? Lo
cierto es que, para los economistas, que se utilicen frases de este tipo
para delimitar lo que es nuestro trabajo cotidiano, no deja de ser un
elogio. O tal vez, una forma como otra cualquiera de escurrir el bulto.
A ello me dedicaré en las próximas líneas.
Lo primero es la forma de medir el comportamiento de la economía. A
diferencia de otros países, en los que existen sistemas de medición de
la coyuntura económica que comprometen datos y cifras en determinadas
fechas, como muestra de la necesaria credibilidad de la política
económica, en Cuba tiene que ser Adel Yzquierdo quien haga referencia a
la marcha de la economía.
Y claro, poner esta tarea en manos del ministro de Economía, no hace más
que restar la credibilidad necesaria a la información. En ausencia de
entidades especializadas en la producción de informes de estadísticas
económicas a corto plazo, Yzquierdo presentó los datos del primer
semestre de la economía para señalar que "crece con relación al 2013
aunque no se alcanzan los niveles previstos en el Plan, lo cual induce
una desaceleración superior a la esperada".
Crece, ¿cuánto y cómo?
Al parecer un 0,6% en el semestre, lo que equivale a menos del 1,4%
anual, o dicho de otro modo, la economía crece a algo menos de la mitad
de lo que lo hacía un año antes, que era un 2,7%. La economía castrista
experimenta un menor crecimiento que viene arrastrado por el deficiente
comportamiento de la industria manufacturera, dominada por empresas
estatales controladas por el ejército y la Seguridad del Estado, que
sigue siendo un quebradero de cabeza para el régimen.
Por el contrario, Yzquierdo señaló que los mayores crecimientos se
registran en "el transporte, el almacenamiento y las comunicaciones, la
agricultura, la ganadería y la silvicultura, la industria azucarera, así
como los hoteles y restaurantes". No deja de ser curioso que el
dinamismo económico lo protagonicen aquellas actividades en las que se
ha producido una mayor participación de los agentes privados. Que tomen
buena nota.
¿Es un crecimiento sostenible, o por el contrario despilfarra recursos?
Las informaciones ofrecidas por Yzquierdo apuntan a que los indicadores
de producción, consumo, generación, importación y exportación de los
portadores energéticos han mostrado signos positivos, lo que indica la
creciente dependencia de la economía castrista del petróleo de
Venezuela, y los daños que una interrupción del suministro podría tener
sobre los débiles equilibrios internos. Otro sector que parece exhibir
buenos resultados es el del transporte, cuya dinámica positiva puede
continuar durante todo el año.
En cuanto a las inversiones, necesarias para recuperar el déficit de
infraestructuras del país, Yzquierdo afirmó que "se cumplen al cierre
del primer semestre, aunque está previsto concluir el año con un 95% del
plan", con lo que nuevamente quedarán por debajo de las previsiones, sin
aportar ese dinamismo que necesita la economía en la que el gasto
público superfluo sigue descontrolado.
Sin más inversiones, la economía no podrá alcanzar las dimensiones que
necesita para superar su atraso. Los problemas relacionados con la
"obtención de suministros de forma oportuna, el déficit de fuerza de
trabajo, la baja productividad y las insuficiencias en las
contrataciones y ejecución de los financiamientos externos" actúan como
un pesado lastre para la economía cuya solución va más allá de los
parches parciales adoptados en los "Lineamientos" y que apuntan a un
giro de 180º en la gestión económica.
Como viene siendo habitual en la retórica castrista, los fracasos vienen
producidos porque "no se logran los ingresos externos planificados; por
la existencia de condiciones climatológicas adversas; y las
insuficiencias internas que continúa enfrentando nuestra economía",
señala Yzquierdo, "todo esto en el marco de una compleja situación
internacional y un recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos".
Y poco más. Los mismos problemas de siempre.
El eterno "déficit en determinados productos demandados por la
población", provocado por atrasos en las importaciones, tanto de
productos terminados como de materias primas para la producción
nacional, o las llamadas "inejecuciones de gastos que alcanzan un 97,8
%, y que vienen producidas por los incumplimientos en la esfera
productiva". Lo cierto es que tras más de 55 años de control absoluto de
la economía y de imperio de una planificación central, los problemas de
desabastecimiento y de inejecuciones han pasado a ser estructurales, y
aun cuando las autoridades reconocen que "no resultan favorables para la
economía y se expresan en déficit temporales de productos, con la
necesidad de mayores niveles de importación" continúan produciéndose de
forma reiterada, sin que nadie ponga solución a los mismos.
La economía castrista se queda atrás. Pierde fuelle. Reduce sus ritmos
de crecimiento respecto del año anterior, invierte menos en
infraestructura y acentúa la dependencia de la energía procedente de
Venezuela. Las autoridades asisten complacidas a un escenario que puede
acabar planteando serias dificultades, conforme la economía de América
Latina continúe reduciendo sus ritmos de crecimiento, haciendo inviables
los planes de apertura al exterior.
No se acierta con las políticas, porque sigue faltando un diagnóstico
económico real, que retrate problemas que tienen su origen en la
confiscación de los derechos de propiedad de los años 60 y la exclusión
de los cubanos de la riqueza productiva del país.
Sin un retorno a un marco estable y protegido para el ejercicio de la
propiedad privada, la actualización del socialismo será papel mojado.
Existe espacio para las reformas que no se ha explorado aún por las
autoridades. Lamentablemente, cuando lo hagan, porque no les quedará más
remedio, será muy tarde. Ojalá reaccionen.
Source: Análisis: La economía castrista en el primer semestre de 2014 |
Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1403533595_9184.html
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