La agricultura, el 'patito feo' de la Revolución
El gran culpable que la producción agrícola se encuentre deprimida es
imputable al gobierno.
Iván García Quintero
junio 05, 2013
Ni promesas, ni reformas. Las cosechas en Cuba no acaban de despegar. A
lo largo de 54 años de autocracia verde olivo, ha sido el patito feo. Y
no precisamente por falta de empeño. Junto con los discursos extensos,
otra de las pasiones de Fidel Castro fue la agricultura y ganadería.
A pocos meses de tomar el poder a punta de carabina en 1959, propuso
disecar un trozo de la Ciénaga de Zapata, provincia Matanzas, para
destinarlo a cosechar arroz. Fue un fracaso.
En Jagüey Grande diseñó un plan maestro, que según su optimismo
desaforado, produciría mejores y mayores cantidades de cítricos que los
kibutz israelitas. Cinco décadas después, las extensiones citrícolas de
Jagüey se han transformados en hectáreas de tierras repletas de mala
yerba. Un monumento a la ineficacia. Castro nos prometió una lluvia de
malanga. Tantas que inundaríamos el mercado mundial con el tubérculo.
La isla rebosaría de café. Plátanos. Papas. Y frutas como el mango,
guayaba, anón y guanábana se ofertarían en cualquier esquina.
Creó una flota atunera. Mega-proyectos avícolas. Granjas porcinas a
tutiplén. Vaquerías con aire acondicionado donde se cruzaban las mejores
razas de vacas y toros. Mandó de vuelta a París al agrónomo Andrés
Voisin por rebatirle sus tesis sobre la ganadería.
Una tarde, quizás soñando despierto, aseguró que cada familia cubana
tendría una vaca enana en su casa. Cuba sería la isla de la abundancia,
gracias a sus cooperativas y granjas estatales. Fidel Castro nunca se ha
disculpado por tamañas mentiras y promesas incumplidas.
Ni siquiera en la época cuando la desaparecida URSS enviaba barcos
cargados tractores y fertilizantes, las cosechas nadaron en abundancia.
Cuando Raúl Castro llegó al poder, designado a dedo por Fidel, intentó
desarrollar una política agraria coherente, moderna y eficaz. Desde 2008
se han promulgado numerosas normativas que supuestamente posibilitarían
el crecimiento en flecha de las cosechas agrícolas.
Darían mayor autonomía a las cooperativas agrícolas. Permitirían
arrendar tierras improductivas a campesinos. Y autorizaría la venta
directa de frutas y hortalizas a entidades turísticas por parte de los
cosechadores.
Han habido otras regulaciones. Pero ni a trancas la agricultura despega,
se abaratan los precios de venta y a la mesa del cubano de a pie no
llegan cantidades suficientes de vegetales. Desde hace cuatro años, el
precio de viandas, verduras y carne de cerdo anda por las nubes.
En los primeros tres meses de 2013 hubo una caída abrupta de la
producción agropecuaria. A pesar de las reformas agrícolas de Raúl
Castro, las cosechas, sin contar la azucarera también deprimida,
descendió en un 7,8% respecto al año anterior.
Tomen nota. La producción de plátanos disminuyó en un 44,2%; cítricos
33,9% y papas, 36%. Los tubérculos descendieron hasta un alarmante
58,4%. El maíz cayó un 22,5%; frijoles, 7% y las frutas, 13,9%. Solo
reportaron aumentos las hortalizas, en un 8,4%; arroz, 2,5% y según
cifras oficiales, el sector ganadero creció un 16,8%. Aunque la
producción lechera se desplomó un 19%.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) no explicó los motivos de los
grandes recortes productivos. Según algunos especialistas, parte de la
caída en la producción de frutas, puede estar dada por las afectaciones
del ciclón Sandy que azotó la región oriental en 2012. Son precisamente
las provincias orientales las principales productoras de frutas (no de
cítricos). ¿Pero cuáles fueron las causas para las deprimidas cosechas
de frijoles, cítricos y vegetales?
Se pudieran llenar varias cuartillas intentando explicar las causas. La
más simple: el sistema empleado en la agricultura nunca ha funcionado.
El compromiso de las cooperativas y campesinos particulares, de vender
al Estado el 80% de sus cosechas a precios ridículos, no incentiva la
producción.
El alto precio de algunos insumos, venta de combustibles en divisas a
los campesinos del sector privado y mala calidad de los medios de
trabajo, también provocan un panorama sombrío en la agricultura cubana.
El Estado ha habilitado tiendas que venden sin subsidiar áperos de
labranza, ropa y botas de trabajo. En un reportaje del semanario
Trabajadores, publicado el 6 de mayo, los campesinos se quejaban de los
precios exagerados y pésima factura de los insumos en venta.
Un pico se vende a 120 pesos cubanos; la barreta a 140; una cántara de
leche, 400; un rollo de alambre, 680, y una bomba manual para extraer
agua 2,130 pesos.
Los campesinos consultados coincidieron en la baja calidad de los
productos, además de su costo inflado. Y de una mala planificación. Las
camisas eran de mangas cortas y solo habían disponibles tallas infantiles.
Al igual que las botas. Los productores de arroz lamentaron que en esas
tiendas no se vendieran botas de aguas apropiadas para cosechar el
cereal. Decididamente, las reformas raulistas en el sector agrícola
padecen de un mal de fondo.
En sus políticas de recortes, los asesores olvidan que la agricultura es
fuertemente subsidiada incluso en naciones del primer mundo. Con la
comida no se juega. Si la producción de alimentos puede funcionar sin
subsidios estatales, perfecto.
Pero si existen inconvenientes, como sequías, huracanes, plagas, bajas
cosechas y otros fenómenos negativos, el gobierno debe socorrerla. Sobre
todo si se sabe que el régimen destina más de 1,500 millones de dólares
a la compra de alimentos en el extranjero. Y resulta insuficiente.
El problema de Cuba no es de escasez de tierras o terrenos infértiles.
Todo lo contrario. Un 35% de las tierras están sin producir. Montones de
hectáreas son consumidas por el marabú.
El gran culpable que la producción agrícola se encuentre deprimida es
imputable al gobierno.
Por sus planes homéricos y descabellados y por mentirle a sus ciudadanos
a lo largo de cinco décadas. Por cierto, General Castro, ¿dónde está el
vaso de leche diario que usted en 2009 prometió a las familias cubanas?
Publicado en Diario Las Américas el 4 de junio del 2013
Source: "La agricultura, el 'patito feo' de la Revolución"
http://www.martinoticias.com/content/cuba-agricultura-ivan-garcia-diario-economia/23156.html
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment