CARMELO MESA-LAGO Economista y académico cubano
"La inestabilidad en Venezuela debe acelerar las reformas en Cuba"
Para el profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh, los cambios
económicos que acomete el gobierno de Raúl Castro no tienen marcha atrás
Mauricio Vicent Madrid 3 JUN 2013 - 21:07 CET36
Con más de 85 libros y decenas de miles de horas de investigación a sus
espaldas, el catedrático y economista Carmelo Mesa-Lago (La Habana,
1934) es una figura indispensable para interpretar la Cuba de ayer y de
hoy. Profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh y consultor de
numerosas instituciones internacionales, Mesa-Lago es respetado por su
rigor científico a ambos lados del estrecho de La Florida. Se exilió en
1961, pero desde que llegó a Estados Unidos se pronunció por la
moderación y contra la política de embargo norteamericano y por eso fue
criticado por el exilio duro. En 1978 participó en el diálogo
humanitario con el régimen de Fidel Castro, que permitió la
excarcelación de 3.600 prisioneros políticos y la reunificación de las
familias cubanas, a más de alentar el intercambio entre académicos de la
isla y el exilio.
Después de veinte años sin poder regresar a su país, viajó a La Habana
en 2010 invitado por la Iglesia Católica para asistir a un debate sobre
el futuro de Cuba y a su regreso escribió en este diario: "Es inhumano
que exiliados que tienen una vida acomodada fomenten el hambre para
provocar un estallido o la guerra civil. Es igualmente reprobable que
funcionarios y burócratas cubanos, a los que tampoco les faltan bienes y
servicios negados a su pueblo, se opongan a las reformas urgentes y
necesarias para sacar adelante a la nación". Llega ahora a España a
presentar —el 6 de junio en Casa de América— el libro Cuba en la era de
Raúl Castro: Reformas económico-sociales y sus efectos.
Pregunta. ¿En verdad hay una era Raúl y una era Fidel?
Respuesta. Hay elementos clave que persisten en el gobierno de Raúl,
especialmente políticos, como el partido único, las elecciones sin
candidatos de oposición, el control de la libre expresión, etcétera. Por
otra parte, las reformas estructurales de Raúl son las más profundas,
sostenidas y orientadas hacia el mercado llevadas a cabo bajo la
revolución, considerablemente más avanzadas que las de Fidel en los
periodos 1971-1985 y 1991-1996, después revertidas. Pero la probabilidad
de reversión de las reformas actuales es mucho menor.
"Raúl ha terminado con medidas de Fidel que eran irracionales y fracasaron"
P. Algunos analistas aseguran que silenciosamente Raúl está
"desmontando" los despropósitos de su hermano.
R. Raúl ha terminado con muchas medidas de Fidel que eran irracionales y
fracasaron, entre otras, el igualitarismo y las excesivas gratuidades,
el trabajo voluntario o la explosión en la matrícula en la educación
superior. También con el empleo innecesario cercano a dos millones de
trabajadores estatales, con la consiguiente caída en la productividad y
el salario. Raúl también ha cambiado a casi todos los ministros y
funcionarios de alto nivel nombrados por su hermano y ha comenzado a
designar en puestos clave a una nueva generación.
P. ¿Es correcto hablar de una transición cubana?
R. Depende cómo se defina "transición". Si la usamos en el sentido
convencional, o sea, el cambio hacia una economía de mercado y
democracia pluralista ocurridos en la Europa Oriental después del
colapso de la URSS, la respuesta es no. Tampoco si tomamos como
referente el socialismo de mercado chino-vietnamita. Pero si comparamos
la Cuba de hoy con la que existía en 2006, hay una transición económica
aunque no puedo vaticinar hacia dónde.
"Cuba está muy lejos todavía de los modelos chino y vietnamita"
P. ¿Cuba avanza hacia el modelo chino o vietnamita?
R. Cuba está muy lejos todavía de los modelos chino y vietnamita, donde
el mercado y la empresa privada son los sectores más dinámicos de la
economía y el plan no es centralizado sino una guía. No veo factible en
el mediano plazo una economía de mercado convencional. La receta
propuesta en Cuba no dio resultado en países socialistas de Europa
Oriental, como Hungría, Polonia y Yugoslavia, aunque estos estaban mejor
que la propia URSS. Para mí, lo ideal sería una economía mixta con
predominio del mercado pero con un rol estatal regulador y garante de un
sistema de bienestar social, basado en una democracia pluralista al
estilo escandinavo.
P. Cuando publicó su libro todavía los cambios migratorios no habían
llegado ¿cómo los ve?
R. No hay duda de que la ley de migración es un paso importante. La
salida de Yoani Sánchez y otros disidentes conocidos y el impacto que
han tenido sus viajes en el extranjero es un indicador de cambio
político. Aquellos que alegan que esto es una medida del régimen para
mostrar una cara tolerante al exterior, o bien están cegados por su
ideología o ignoran las repercusiones reales de la medida.
P. Usted recomienda avanzar con rapidez y profundidad en las reformas
estructurales. ¿Cuáles urgen más?
"La supervivencia del castrismo depende del éxito de las reformas"
R. La agricultura es prioritaria, porque Cuba está importando este año
1.400 millones de euros en alimentos que podría producir si fuese
eficiente el sistema. El usufructo que se ha puesto en marcha, con
contratos por solo 10 años, es mucho menos efectivo que los contratos
por tiempo indefinido en China y Vietnam, donde el granjero decide que
sembrar y a quien vender y fijar el precio, lo cual terminó con las
hambrunas masivas. Si Cuba siguiese ese camino, en pocos años sería
autosuficiente en alimentos y comenzaría a exportar.
P. ¿Cómo afectará el factor Venezuela al proceso de reformas en Cuba?
R. La relación económica de Cuba con Venezuela es vital: 42% del
intercambio comercial de mercancías de la isla, 44% del déficit total en
la balanza comercial, suministro del 62% del petróleo que consume Cuba,
compra de servicios profesionales cubanos cercana a 4.000 millones de
euros anuales, e inversión directa sustancial. En total, aproximadamente
equivale al 21% del PIB, similar a la relación con la URSS en su momento
mejor. La aceleración de las reformas desde octubre de 2012 puede haber
sido influida por la grave enfermedad de Chávez. La elección
controversial de Nicolás Maduro y la inestabilidad política
subsiguiente, agravada por el severo deterioro de la economía, podrían
afectar la referida relación con efectos devastadores para Cuba. Frente
a estos riesgos y problemas, lo lógico sería profundizar y acelerar las
reformas.
P. ¿Podrá sobrevivir el castrismo a Raúl Castro?
R. En 2018 la gran mayoría de los dirigentes actuales estará a fines de
sus 80 años o muerto. Raúl ha anunciado su retiro en cinco años y ha
criticado que no se hubiesen formado cuadros para la sucesión, lo cual
se debió a que Fidel se deshizo de todos sus potenciales sucesores. Para
enfrentar este problema, Raúl está nombrando en altos puestos a cuadros
jóvenes, como Miguel Díaz-Canel en la primera vicepresidencia, y otros
que son tecnócratas. Pero es impredecible que camino tomarán estos
tecnócratas en caso de que mantengan sus puestos en 2018: si continuarán
las reformas de Raúl, o abrirán más sus políticas siguiendo las vías
china y vietnamita, o al estilo perestroika. Raúl lleva casi siete años
en el poder y le quedan menos de cinco años para lograr las
transformaciones necesarias, y resultados tangibles, a fin de dejar a
sus sucesores una economía notablemente mejorada, con mayor y mejor
suministro de bienes a la población, más una red de protección social
adecuada. Esas son las bases para el éxito en la sucesión después que
deje el mando. Si no lo logra, la revolución estará en peligro.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/06/03/actualidad/1370286458_864185.html
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