¿Debe cambiar la Posición Común Europea?
En caso de acuerdo, podría dejar de ser un pretexto del gobierno cubano
para justificar sus desaciertos
viernes, febrero 21, 2014 | Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba.-Las directivas de negociación para un diálogo político
bilateral y un acuerdo de cooperación con Cuba fueron aprobados
unánimemente por los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión
Europea el 10 de febrero, culminando un proceso iniciado en 2008
mediante consultas bilaterales con el gobierno cubano. La Posición Común
adoptada en 1996 se mantendrá vigente durante esta etapa. Existen
opiniones en contra de su eliminación, sin embargo debe tenerse en
cuenta lo ocurrido en los 17 años desde su aprobación, y la posibilidad
de que un nuevo mecanismo abra mayores posibilidades al progreso de Cuba
y su sociedad civil.
La Posición Común procura contribuir al desarrollo económico, social y
de la sociedad civil, así como al respeto de los derechos humanos en el
tránsito hacia la democracia. En 1996, Cuba aun atravesaba los más duros
años del Período Especial y Fidel Castro había autorizado cierta
apertura económica –mercados campesinos, algunos cuentapropistas,
flexibilidad a las entidades estatales, empresas mixtas e inversiones
con capital extranjero. La crisis y esas medidas podían estimular la
esperanza de cambios paulatinos en el sistema, pero el fortalecimiento
de Hugo Chávez y la llegada del petróleo de Venezuela comenzaron a
revertir el proceso.
Sin embargo, se produjo el acercamiento a la Unión Europea mediante
negociaciones entre 2001 y 2002, y en enero de 2003 se presentó
oficialmente la solicitud de adhesión al llamado Acuerdo de Cotonu de
preferencias comerciales y cooperación con los países de
África-Caribe-Pacífico (ACP),. El 12 de marzo de ese año, el Comisario
Europeo para Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Sr. Poul Nielson, inauguró
la sede de la Delegación de la UE en La Habana. Pero al parecer las
autoridades cubanas contaban ya con la seguridad de petrodólares
venezolanos. Empezaron a desmontar la limitada apertura económica y
retiraron la solicitud de ingreso al acuerdo con la UE.
La sociedad civil independiente se había fortalecido, por lo que entre
el 18 y 20 de marzo lanzaron la ola represiva que llevó a prisión a 75
personas pacíficas con condenas de hasta 28 años de cárcel y en abril
fusilaron a tres jóvenes que erróneamente intentaron secuestrar un barco
para salir del país. La Unión Europea tuvo una respuesta digna de
condena y reconocimiento público de la oposición interna, con la
respuesta del gobierno cubano congelando las relaciones.
En 2004, al tomar posesión el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero,
su canciller Moratinos concertó con el gobierno cubano la normalización
las relaciones, sacar a la oposición de las embajadas y eliminar la
Posición Común auspiciada por España, cuando aún la represión era
intensísima y la mayoría de los 75 estaban en terribles prisiones. Al
llegar Raúl Castro a la presidencia de Cuba a mediados de 2006 encontró
el país en una profunda crisis, que no solo demandaba modificaciones
económicas internas, sino también apertura internacional, por lo que
inició un proceso en ambos sentidos. Las limitadas reformas emprendidas
propiciaron el reinicio del diálogo político entre la UE y el gobierno
cubano en 2008, y la excarcelación de los prisioneros de los 75
contribuyó en 2010 a que la Alta Representante de Política Exterior de
la UE, Catherine Ashton, recibiera el mandato de elaborar
recomendaciones sobre las relaciones con Cuba, mientras permanecía en
vigor la Posición Común.
En febrero de 2014, los 28 países de la UE aprobaron las directivas de
negociación para un diálogo político bilateral y proponer la negociación
de un acuerdo de cooperación. Desde La Habana se contestó a través de
una declaración a nivel de viceministro de Relaciones Exteriores que la
invitación sería considerada, aunque debe estar pactada.
En realidad, 17 de los 28 países miembros de la Unión Europea tienen
acuerdos de colaboración bilateral con el gobierno de Cuba, incluso
algunos de los más reticentes a levantar la Posición Común, de manera
que los restantes están aislados, incluida España. La Unión Europea es
un notable inversor en Cuba, el segundo socio comercial –después de
Venezuela- y también segundo emisor de turistas. Desarrolla una
apreciable cooperación e incide culturalmente desde hace siglos, lo que
debería ampliarse.
En caso de acuerdo, la Posición Común podría dejar de ser un pretexto
del gobierno cubano para justificar los desaciertos y reprimir
cualquiera opinión discordante. El normal desempeño de los integrantes
comunitarios en Cuba y el diálogo conjunto de la UE podría tener mayor
eficacia, incluidas sus recomendaciones en cuanto al respeto de los
derechos humanos y el tratamiento a la oposición pacífica interna. No
obstante, el presente y el futuro de nuestro país dependen de nosotros,
todos los cubanos.
Source: ¿Debe cambiar la Posición Común Europea? | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/debe-cambiar-la-posicion-comun-europea/
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