Publicado el lunes, 06.02.14
Cemento cubano: extranjeros operan una planta en terrenos ajenos
JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
Una demanda judicial en España ha sacado a la luz documentos que indican
que una firma gigante suiza invirtió en una planta de cemento en Cuba a
pesar de advertencias de que el acuerdo podria violar las leyes de
Estados Unidos porque la planta está ubicada en terrenos confiscados por
Fidel Castro a ciudadanos estadounidenses.
"La inversión de Holderbank en la propiedad de Cienfuegos constituiría
claramente 'tráfico' de propiedades confiscadas bajo el Título IV de
Helms-Burton", escribieron abogados estadounidenses contratados para
asesorar a Holderbank, que ahora se llama Holcim y es la mayor compañía
cementera del mundo.
El acuerdo para remozar y administrar la planta se llevó a cabo en el
2000, pero la inversión se puso a nombre de una serie de empresas en
España, los Países Bajos y Panamá para distanciar a Holcim de la
inversión, de acuerdo con una docena de documentos presentados en la
demanda.
Holcim, cuyo website afirma que es la mayor suministradora de cemento en
Estados Unidos, dijo no tener inversión alguna en Cuba. "Holcim no es
propietaria de empresa alguna ni de acciones en empresa alguna en Cuba",
dijo el portavoz en Zurich, Eike Christian Meuter, la semana pasada.
Los documentos judiciales, obtenidos por El Nuevo Herald, son parte de
una demanda del 2011 entre tres firmas españolas. Firebrick SA y Acedos
Trading alegan que Inversiones Ibersuizas les debe más de $2 millones de
una vieja inversión en Cuba.
La demanda nota que Acedos unió sus fuerzas con Ibersuizas en el 2000 en
un intento por entrar al mercado de la construcción de viviendas en Cuba.
El intento falló, pero Ibersuizas propuso después a Holderbank
establecer una sociedad 50-50 con Cuba para mejorar y administrar la
planta de cemento Carlos Marx en Cienfuegos, según mostraron los
documentos. La firma suiza proporcionaría capital, pericia técnica y
gestión, de acuerdo con uno de los documentos.
Una carta del 1 de julio del 2000 a Ibersuizas firmada por Marcos
Portal, entonces ministro de la Industria Básica de Cuba, afirmaba que
La Habana había aceptado "la oferta presentada por Ibersuizas-Holderbank
de establecer una empresa conjunta en la planta Carlos Marx".
Un mes antes, el bufete Arnold &Porter en Washington dio una señal de
alerta luego de ser contratada para asesorar a Holderbank "con relación
al riesgo bajo las leyes estadounidenses" si la firma suiza invertía en
la planta de Cienfuegos y otra en Santiago de Cuba, en el oriente del país.
El proyecto de Cienfuegos representaba un "riesgo significativo e
inmediato" bajo la ley federal de 1996 Helms-Burton porque la planta
residía en terrenos confiscados a ciudadanos estadounidenses, escribió
el bufete en un fax a Holderbank. La inversión de Santiago probablemente
no tendría problemas.
En el proyecto de Cienfuegos, "la única manera factible para que
Holderbank minimice estos riesgos es llegar a un acuerdo negociado" con
los ciudadanos estadounidenses que habían sido propietarios de los
terrenos, agregó el fax, fechado el 12 de junio del 2000 y parte de los
documentos judiciales.
Según la ley Helms-Burton, Estados Unidos le puede negar visas a
extranjeros – así como sus cónyuges e hijos – que "trafiquen" en dichas
propiedades. La planta Carlos Marx está ubicada en el terreno de la
hacienda azucarera Soledad, confiscada en 1960 a la familia Claflin de
Boston.
El fax agregó que ya se había negado la visa a ejecutivos de tres
empresas extranjeras bajo la ley: Sherritt International en Canadá,
Grupo Domos en México y B.M. Group en Israel. Otras diez compañías se
retiraron de posibles acuerdos con Cuba para evitar arriesgarse a
cometer violaciones.
Ibersuizas creó una firma española, Las Pailas de Cemento, en el 2000
que pagó $70 millones a Cuba por el 50 por ciento de la empresa
conjunta, Cementos Cienfuegos. Holderbank controlaba el proyecto a
través de una empresa panameña, Windward Overseas, y un sofisticado
mecanismo de opción de compra y venta de acciones conocido como put,
según mostraron los documentos judiciales.
El acuerdo empezó a resquebrajarse en el 2004, cuando el presidente de
Ibersuizas Luis Chicharro se quejó en carta a Holcim de que la inversión
estaba teniendo problemas porque la compañía suiza "había asumido toda
la gestión" y estaba tomando malas decisiones.
"Ibersuizas tiene la conviccion de que cuando nos introdujimos en el
proyecto nuestra retribución tenía dos elementos: el pago en metálico y
el put", escribió Chicharro en la carta, la cual es parte de los
documentos judiciales. "El put se esta quedando sin valor prácticamente
alguno".
La carta agregó que los problemas "pueden ser contraproducentes para la
propia Holcim", una referencia aparente a una ley de la Unión Europea
concebida para proteger a las compañías europeas de la Ley Helms-Burton.
Suiza no es parte de la Unión Europea.
"La protección que una compañía española otorga a la inversión... está
perdiendo su naturaleza, y va a ser muy difícil que, en caso de
problemas, las autoridades europeas y española ... [la] protejan frente
a las americanas", escribió Chicharro.
Pocos meses después, el bufete Zuckerman Spaeder en Washington escribió
a Ibersuizas diciendo que estaba al tanto de "la estructura de la
participación accionaria oculta de Holcim en Las Pailas" y planteando la
posibilidad de un acuerdo monetario con la familia Claflin.
William H. Claflin IV, asesor de inversiones de Boston involucrado en
las reclamaciones de la familia acerca de los terrenos en Cuba, dijo que
un bufete estadounidense lo contactó en el 2004 y dijo que tenía un
cliente que podría gestionar un acuerdo entre la familia y Holcim, a
cambio de una parte del dinero.
Otros miembros de la familia no quisieron el acuerdo, de modo que nada
ocurrió, dijo Claflin a el Nuevo Herald. La familia tiene todavía una
reclamación por $11 millones sobre el terreno en Cuba, reconocido en
1969 por la Comisión de Resolución de Reclamaciones en el Extranjero de
EEUU.
Ibersuizas rechazó las propuestas de Zuckerman Spaeder, pero en cuestión
de meses empezó a mover sus acciones en Las Pailas por medio de otras
compañías en España y los Países Bajos, según los documentos judiciales.
En el 2005, se reportó que había vendido las acciones por alrededor de
$65 millones a Apollo 200, identificada en los documentos judiciales
como una firma española controlada por Chicharro y otros tres conocidos
directivos de Ibersuizas.
Se reportó en el 2009 que Holcim tenía más de 80,000 trabajadores en 70
países alrededor del mundo, y se estimaba sus ventas en aproximadamente
$35,000 millones. Su principal oficina en EEUU está en Miami, cuyos
directivos no respondieron a las solicitudes de el Nuevo Herald para
hacerr comentarios al respecto.
Desde el 2004, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del
Departamento del Tesoro de EEUU, la cual se ocupa de poner en efecto el
embargo estadounidense a Cuba, ha puesto multas por un total de más de
$1,250 millones a compañías extranjeras por violar las leyes y
regulaciones de EEUU.
Entre las empresas sancionadas están dos bancos suizos y uno de los
Países Bajos.
Source: Cemento cubano: extranjeros operan una planta en terrenos ajenos
- Sur de la Florida - ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/06/02/1762477/cemento-cubano-extranjeros-operan.html
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