Martes, 10 de abril de 2012 | 5:00 am
El informe de la CEPAL Panorama de la inserción internacional de América
Latina y el Caribe 2010-2011, que analiza la evolución durante la última
década de los flujos comerciales y de inversión de la región con los
principales bloques económicos del mundo, pone de manifiesto que un alto
porcentaje de las exportaciones regionales, en especial con los países
asiáticos, está conformado mayoritariamente por productos primarios.
El relevante dato, que configura una inserción internacional
desfavorable de nuestras economías, viene acompañado de un creciente
aumento del intercambio comercial con China que ha pasado de captar el
1% de las exportaciones regionales en 2000 a un 8% en 2010. En ese lapso
de tiempo el gigante asiático pasó también de proveer el 2% de las
importaciones regionales a un 14% de las mismas.
China, aunque lejos de los EEUU que es todavía el principal socio
comercial de la región, está aumentando su presencia de manera acelerada
y de continuar en ese camino desplazaría en pocos años a la Unión
Europea del segundo lugar como socio comercial de America Latina y el
Caribe.
En la relación con China, sin embargo, es donde el fenómeno de la
reprimarización de nuestras exportaciones se agudiza incentivado por los
altos precios que registran las materias primas que demanda su voraz
crecimiento. Mientras que el 85% de lo que exportamos a este país son
productos primarios, generando como resultado de esta relación
asimétrica un gravoso déficit comercial, las exportaciones a la propia
región representan, por el contrario, diez veces el número de productos
exportados a China. El mercado regional tiene entonces para las
manufacturas que se logran generar en América Latina y el Caribe un
potencial único para la creación de cadenas de valor pues a excepción de
la región, donde hemos logrado que entre nuestros países se intercambien
productos con alto contenido de valor agregado, el tipo de inserción
económica internacional con el resto del mundo se da crecientemente a
través de exportaciones de productos primarios.
Las luces de alarma ante esta situación negativa se prendieron en países
como Brasil y han comenzado a reaccionar con distintas acciones
orientadas a modificar una situación que, librada a la fuerzas del libre
mercado, profundizaría el problema. Como parte de esas medidas, que
buscan lograr la diversificación de las exportaciones brasileñas a
China, Brasil ha destacado en este país, desde 2008, a un embajador con
gran experiencia en negociaciones comerciales de modo de lograr cambios
estructurales y equilibrios en el intercambio.
El esfuerzo y ejemplo de Brasil por balancear la relación comercial con
China, un problema que afecta del mismo modo a la región, debería
movilizar a los líderes políticos de AL para coordinar y fortalecer
novedosas acciones conjuntas que permitan una inserción económica
internacional de la región en términos más favorables y enmarcados en un
esquema diferenciado de productos con mayor valor agregado. La
coordinación regional en estos asuntos se torna imprescindible para
revertir la debilidad estructural que señala claramente el informe de la
CEPAL.
http://www.larepublica.pe/columnistas/desde-fuera/la-relacion-con-china-10-04-2012
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