Tuesday, February 18, 2014

Los políticos y el embargo

Publicado el lunes, 02.17.14

Los políticos y el embargo
FABIOLA SANTIAGO
FSANTIAGO@MIAMIHERALD.COM

No me importa lo que piensa Charlie Crist, el recién convertido
demócrata que aspira volver a ser gobernador de la Florida, acerca del
embargo de cinco décadas de Estados Unidos contra Cuba.

Poco importa una cosa o la otra.

Tampoco me importa lo que piensa Rick Scott, el gobernador titular
republicano, acerca de lo que es esencialmente un tema de política exterior.

Ambos tienen mayores temas estatales de que hablar para convencer a los
electores que tendrán, francamente, que escoger entre el menos malo de
dos candidatos mediocres.

Ninguno de los dos aspira a un escaño en el Congreso o a la presidencia,
sino a la más alta posición del gobierno estatal de la Florida. Por
tanto, preferiría verlos enfrascados en temas de importancia para todos
los floridanos y no en buscar la manera de emocionalmente manipular con
mayor efectividad a personas que sangran por una herida abierta por
haber perdido su patria y su familia.

Evítennos la politiquería barata y tengan debates serios. Adopten una
posición sobre los asuntos difíciles: la expansión de los casinos, las
leyes existentes sobre armas de fuego que permiten a asesinos andar
libres, las altas primas de seguros residenciales, una educación que
genera menos posibilidad de empleo y que cuesta más (cuatro veces más si
se trata de un inmigrante educado en la Florida sin los documentos
necesarios).

Estos son apenas unos pocos de los temas de importancia en un estado que
crece a un ritmo de 3.7 por ciento anual y que se calcula que pronto
supere a Nueva York para convertirse en el tercer estado de mayor
población después de California y Texas. Aunque el crecimiento es bueno
para la economía estatal, conlleva implicaciones tremendas para la
calidad de vida de los que vivimos aquí.

Quiero que mi gobernador se concentre en manejar fondos y administrar
servicios gubernamentales que la gente necesita, en mejorar el
transporte, calles y carreteras que acomoden a más personas y conecten
ciudades pujantes, así como apoyar a programas educacionales que
mantengan a nuestros hijos interesados y los prepare para un futuro
competitivo.

Los electores no necesitan que el gobernador de la Florida desempeñe
(malamente) la tarea de un experto en política exterior.

Ni Crist ni Scott son ese tipo de expertos. Pero ello no evitó que se
lanzaran sobre el tema del embargo contra Cuba, traído a cuentas por
otro que tampoco es experto: Bill Maher, moderador de su programa
semanal en HBO.

Maher le hizo la pregunta a Crist en su programa del 7 de febrero,
agregando algunos ataques generalizados a la comunidad cubana de Miami y
haciendo comentarios chistosos sobre Cuba típicos del clásico "Americano
Feo".

"Pienso que esto es algo que una pequeña comunidad cubana en la Florida
ha mantenido como rehén durante mucho tiempo", dijo Maher. "Si
hubiéramos hecho lo correcto hace años, Cuba sería ahora St. Barts y
todos los jóvenes estudiantes estarían yendo allí el mes próximo en su
receso de primavera divirtiéndose y tomando mai tai. Pero no veo muchos
políticos de la Florida que tengan el coraje suficiente para hacerle
frente a esa pequeña comunidad cubana".

En lugar de destacar la estupidez de la pregunta (aunque cómo lo va a
hacer si no es capaz de darse cuenta), Crist respondió la pregunta con
total seriedad: "Bueno, pienso que deberían hacerlo. Sería lo correcto.
El embargo ha existido ya cuántos, 50 años, y no creo que ha funcionado.
Me parece obvio que necesitamos avanzar y lograr que se elimine el
embargo. Desde un punto de vista egoísta, como floridano, me gustaría
ver que eso sucediera porque la isla va a requerir mucha construcción y
el sur de la Florida podría ser la plataforma ideal para todo eso y
verdaderamente crear muchos empleos para la gente de mi estado".

¿De veras? ¿Cómo?

¿Acaso Cuba, bajo el ojo experto de Crist, va a convertirse en una
provincia de la Florida para que nuestro próximo gobernador/presidente
pueda manejar los contratos de construcción? ¿Y cree usted que los
ambiciosos urbanizadores de la nueva Cuba gobernada por la Florida van a
pagar los jornales sindicales a obreros floridanos? ¿O será que van a
contratar a obreros en la isla para quienes $20 constituyen el salario
de un mes?

Eso habría sido todo lo que habría que decir, excepto que lo que vino
detrás de la desafortunada respuesta de Crist no fue más que la
predecible telenovela de la típica lealtad partidista procedente del
campo republicano.

Scott y su compañero de candidatura, el cubanoamericano Carlos
López-Cantera, saltaron inmediatamente a apoyar el embargo.

Una mala movida, especialmente en lo que se refiere a las estadísticas,
pues una tras otra encuesta concluye que los cubanoamericanos, así como
los demás floridanos están en estos días menos inclinados a asumir esa
posición.

Y encima de todo eso, fue una defensa malamente ejecutada, pues el
despiste de Scott y López-Cantera (quien tiene dificultades para
recordar su récord legislativo) les impidió verbalizar los temas del
embargo con suficiente elocuencia para convencer a una ciudad de
"expertos" en esa materia, mucho menos al elector promedio de la
Florida. Además, parte de los comentarios procedentes de líderes
republicanos en los medios sociales acerca de todo este revuelo no fue
solamente retórica infantil sino un retroceso a la época en que era
aceptable utilizar la causa de la libertad de Cuba para obtener votos en
elecciones locales y estatales.

No. Las posiciones de Crist y Scott sobre el embargo cubano no van a ser
un tema candente en la campaña para gobernador de la Florida, aunque lo
diga PolitiFact (la institución periodística que se dedica a corroborar
datos).

Hablarle fuerte a Castro para anotarse puntos políticos es algo que pasó
de moda hace por lo menos una década. Recuerden a Mitt Romney, que no
logró mucho entre los cubanos de Miami excepto entre republicanos
incondicionales que aplauden a cualquiera que sea republicano y siempre
votan por republicanos.

Además, ¿de qué embargo están hablando?

Hay un camión estacionado frente a la tienda BrandsMart específicamente
destinado a entregar productos que todos los días se envían de Miami a Cuba.

Los cubanos de la Florida han estado comerciando con la isla desde que
se abrieron los vuelos de reunificación familiar en 1979. Y en estos
días envían cualquier producto imaginable que el régimen de Castro
permita, desde muñecas Barbie a televisores de pantalla plana.

Respecto a los estadounidenses como Maher que dicen que están locos por
ir a Cuba y piensan que nosotros en Miami no se lo impedimos, necesitan
actualizar sus libretos. Existen suficientes agencias americanas que
preparan un viaje a Cuba con igual facilidad que una excursión a Machu
Picchu. Ofrecen todo tipo de paquetes, desde fines de semanas hasta
viajes de dos semanas. Haga su selección: la Cuba clásica o la novedosa,
la de jazz o la de la juventud, etc. Sí, los jóvenes estudiantes no
solamente pasan su receso de primavera allí, sino también los veranos y
las vacaciones de Navidad.

Todo con la aprobación del gobierno de Estados Unidos. Y el único que
puede rechazarte es el gobierno cubano si no acepta quién eres o cuál es
tu profesión.

Y, señor Maher, ese trago que usted tanto necesita es un mojito. Un mai
tai es un trago tahitiano inventado en California.

Source: FABIOLA SANTIAGO: Los políticos y el embargo - Fabiola Santiago
- ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/02/17/1682839/fabiola-santiago-los-politicos.html

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