Boxeadores y médicos quieren escapar
Profesionales cubanos, sometidos en Brasil a una explotación inicua,
están indignados con sus contratos
martes, febrero 18, 2014 | René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba.-En el plan "Más Médicos", que realiza el gobierno de
Dilma Roussef para llevar los servicios de salud a zonas apartadas del
Brasil, saltan a la vista las diferencias derivadas del origen de los
doctores. Los que proceden de países libres, determinan de manera
soberana si aceptan o no las condiciones. Lo que devengan es para sus
bolsillos. Si alguno "se raja" —como reza el certero símil popular—, se
trata de un simple incumplimiento de contrato.
No sucede así con Cuba. Como todo en nuestro país, esa participación es
planificada, y se la concibe como una operación militar. Los galenos son
escogidos de manera centralizada por las autoridades, y la policía
política determina cuáles están aptos para ir a la misión, y cuáles no.
Quien cobra sus emolumentos es el régimen castrista, que paga luego lo
que bien le parece. Si algún médico opta por poner fin a su
participación, el suceso es calificado de "deserción", como si se
tratase de un soldado.
En los últimos días, la prensa ha dado esa calificación de "desertora" a
la cubana Ramona Matos Rodríguez, quien optó por cesar su participación
en el programa. La profesional aclaró que tomó la decisión al llegar a
Brasil y advertir que el dinero contante y sonante que ella recibía cada
mes era menos de la décima parte de lo que cobraban sus colegas de otros
países. Un despojo inicuo. Tras dar ese paso, la ex misionera, que temía
por su libertad, se acogió a la protección de congresistas de un partido
opositor. Sabia decisión.
Ya los funcionarios gubernamentales y congresistas del Partido
Trabalhista de la presidenta Roussef habían comenzado a echar lodo sobre
Matos Rodríguez. Leí en la prensa que diputados gobiernistas habían
soslayado las denuncias formuladas por ella, para hacerla objeto de
descalificaciones personales. Un dirigente del Ministerio de Salud la
acusó de ocasionar un "grave daño" a los pacientes que abandonó.
Todo indica —pues— que se preparaban las condiciones para poder realizar
contra ella una canallada similar a la que en su momento perpetró el
gobierno encabezado por el correligionario y predecesor de la Roussef,
Luiz Inácio "Lula" da Silva, contra los grandes boxeadores cubanos
Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara.
En aquella ocasión, los formidables atletas, que no habían ocasionado
"grave daño" a nadie, optaron por no retornar a Cuba para probar su
talento en el profesionalismo. Fueron capturados y devueltos a la Isla
manu militari, como si se tratase de unos delincuentes. Tras su forzado
retorno, se anunció que nunca más podrían subir a un ring. Por suerte,
pudieron escapar, y hoy llenan de gloria a su Patria haciendo lo que
mejor saben.
¿Alguien se atrevería a afirmar que si el caso de la doctora Matos no
hubiese trascendido, no habría corrido una suerte similar a la de ambos
púgiles? Ella y los restantes cubanos del Programa "Más Médicos" son los
mayores perdedores en un gigantesco negocio que tiene dos grandes
beneficiarios: el régimen castrista, que toma la parte del león de lo
que pagan por su trabajo, y el gobierno brasileño, que logra llevar los
servicios de salud a puntos apartados de su territorio, con lo que
obtiene también grandes réditos políticos de cara a las próximas elecciones.
Igual que un proxeneta se siente indignado y considera que quieren
despojarlo de un derecho sagrado cuando alguna de sus pupilas intenta
abandonar su antiguo oficio, así los dos grandes aparatos estatales
latinoamericanos que medran con el talento y el esfuerzo de los galenos
cubanos, no ocultan su irritación cuando unos pocos de éstos (los
dispuestos a quemar sus naves) pretenden huir del vasallaje al que están
sometidos.
Por suerte, Brasil es un estado de derecho, donde los distintos poderes
gozan de autonomía. La fiscalía laboral señala ilegalidades en el
leonino contrato que firman los médicos de la Isla, el cual incluso
prohíbe establecer relaciones sentimentales con personas de otras
nacionalidades, y no contempla vacaciones o pago de aguinaldo. Por su
parte, la Asociación Médica cuestiona las condiciones en que fueron
admitidos extranjeros que no han revalidado sus títulos, y denuncia la
existencia de "vínculos laborales análogos a la esclavitud".
En el ínterin, y como relató otra doctora a una colega periodista, en el
personal de salud cubano cunden la irritación y las protestas expresadas
en voz baja: "Es un proceso de indignación, pero sin indignados", sentenció.
Source: Boxeadores y médicos quieren escapar | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/boxeadores-y-medicos-quieren-escapar/
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