Le ronca la malanga, la yuca y el boniato
Los precios de las viandas vuelan. Y el de las cebollas, ni hablar. El
mercado de El Trigal vino a complicar los bolsillos
lunes, febrero 17, 2014 | Gladys Linares
LA HABANA, Cuba -Durante mucho tiempo los medios responsabilizaron a los
intermediarios con los altos precios de los productos del agro. Por este
motivo, se hablaba de crear un mercado mayorista para acabar con esta
situación.
En diciembre de 2013 entró en vigor el decreto ley 318, el cual regula
la comercialización sin intermediarios de productos agropecuarios en La
Habana. Por esa fecha comenzó a funcionar El Trigal como mercado
mayorista. Sin embargo, lejos de disminuir los precios de viandas,
granos y hortalizas, estos han aumentado considerablemente, además de
que muchas hortalizas y frutas son difíciles de encontrar en las tarimas.
Al mismo tiempo los productos siguen llegando a la población con mala
calidad, y su presencia en el mercado no es constante. Un ejemplo de
esto es el boniato, que se cultiva en cualquier época del año pues es
una producción de ciclo corto (noventa días). No obstante, de 80
centavos su precio se elevó a 2 pesos la libra, que en la práctica sigue
incluyendo una considerable ración de tierra y tetuán.
Vale recordar que el boniato fue un alimento fundamental para el
ejército libertador durante nuestras guerras de independencia. Según
contaba uno de sus hijos, el capitán mambí Francisco Monés siempre decía
que al boniato había que hacerle un monumento. Tan abundante llegó a ser
este tubérculo, que en Cuba se produjeron pequeñas cantidades de azúcar
de boniato que fueron exportadas a EEUU para suplir el déficit de este
producto durante la Segunda Guerra Mundial.
El alto precio de la malanga -5 pesos la libra- hace tiempo obliga a
algunos a renunciar a ella. Una señora que opta por no comprarla,
pregunta a su vez "por qué está tan cara la guayaba, si en el periódico
decía que en Mayabeque han crecido las plantaciones dedicadas a su
cultivo", a lo que el tarimero le responde que esas guayabas hay que
traerlas de El Trigal y que el transporte es muy caro.
Por su parte, la yuca, que es vianda de un día, ha triplicado su precio,
y llega a los mercados en mal estado. Es frecuente ver cómo esta y otras
viandas se pudren en las tarimas debido a los altos precios, y aun así
no se rebajan.
Lucio, que tiene un punto de venta, ha dejado de ofertar hortalizas.
Dice que ya no hay quien traiga la mercancía, y que él no tiene
transporte para ir a comprar a El Trigal. Afirma que allí todo es caro,
y que la mala manipulación de las hortalizas hace que lleguen
deterioradas a la tarima. A esto se le suman las plagas, y cuando le
reclamó a un vendedor en El Trigal, este le contestó que los
insecticidas están escasos.
Buscando cebollas, una vecina fue hasta Centro Habana. Un mazo de seis
unidades le costó 15 pesos, y una libra de tomate, 10. Cuando le
protestó al vendedor, este se justificó diciéndole: "Compré las cebollas
a 8 pesos el mazo, la libra de tomate, a 6 pesos. Más 300 pesos del
camión del Trigal aquí. ¿A cómo los voy a vender?"
Una clienta le pregunta al dueño de un punto de venta que siempre estaba
surtido con buena mercancía, por qué ahora está vacío, y este le
responde: "Es que no tengo camión, y del Trigal hasta la tarima, me
cuesta un ojo de la cara…"
Source: Le ronca la malanga, la yuca y el boniato | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/le-ronca-la-malanga-el-boniato-y-la-yuca/
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